miércoles, 7 de abril de 2010

CORPAS, NÍJAR Y LA PRUEBA DEL ALGODÓN

Posiblemente la próxima semana el presidente Griñán se enfrente a uno de sus Consejos más “decisivos” en el arranque de esta etapa de su recién estrenado liderazgo. Según todas las previsiones, este martes, - ojú, día 13- el gobierno procederá a reajustar los cargos políticos de la administración periférica de la Junta. Esto es las delegaciones provinciales que, según todas las previsiones y en linea con los ajustes que se están produciendo en el segundo nivel del ejecutivo y sus empresas, van a modificarse mediante reducciones y fusiones. No obstante, desde el más estricto análisis político, interesa especialmente la figura de quienes permanezcan o accedan a las delegaciones del Gobierno en las ocho capitales

El Delegado del Gobierno de la Junta en una provincia, es la cabeza visible del “poder de Sevilla”, compartiendo el núcleo de decisiones in situ con los sub delegados del gobierno central, normalmente con menos peso político, dados sus orígenes como funcionarios de carrera. Para que nos hagamos una idea y salvando distancias temporales, a efectos de visualización del poder en un territorio, un delegado del Gobierno de la Junta podría asemejarse a la extinguida figura de los antiguos gobernadores civiles. Por sus manos pasa todo, todo lo coordinan y son quienes mueve los resortes en Sevilla para resolver infinidad de cuestiones del día de día en los ocho territorios provinciales de la comunidad.

En pura teoría, la continuidad en la Consejería de Gobernación de Luis Pizarro, no debería generar demasiados relevos. No obstante, el escenario con Griñán de presidente y secretario general ha cambiado notablemente. Otro estilo y otra forma de conducir el proyecto socialista acaba de llegar. Desde luego habrá que reconocerle al presidente que está actuando con personalidad propia, - “le está echando guevos” dicen sus fans más cercanos-, desde luego hasta donde se lo permiten los costurones de los rígidos ropajes que envuelven al partido. Ello invita a pensar que el inminente diseño de la administración periférica de la Junta reproducirá mimeticamente los criterios empleados en el nuevo gobierno. No parece imaginable que Griñan deje en manos de Pizarro el control del gobierno periférico, en todo caso tendrá en cuenta la opinión de algunos secretarios provinciales y quizás no de todos. (Diego Asensio llegó a protestar desde Almería porque el presidente no le consultó el nombramiento de Manuel Recio como titular de Empleo).

La cuestión no es baladí, en tanto que los nuevos delegados de la Junta deberán ser quienes, desde la administración autonómica, rentabilicen en las provincias la acción del gobierno socialista y sepan “venderla” a los ciudadanos, convocados a las urnas el año que viene y el siguiente.


-Delegado de Almería, un caso aparte.

La Delegación del Gobierno de la Junta en Almería, vengo sosteniendo desde hace semanas, se ha convertido, en este contexto, en el escenario idóneo para que Pepe Griñan nos realice una demostración pública, mediante el Boja, de su “prueba del algodón”.

Mientras su gobierno y su partido sigue rechazando la puesta en marcha de comisiones de investigación en el Parlamento, a cuenta de la Operación Poniente, su actual representante en Almería está seriamente “tocado” como integrante activo de la trama política que ha manejado el clan desde El Ejido. Es sonrojante, vergonzoso para muchos socialistas, el compadreo telefónico de Miguel Corpas con los miembros del clan, en prisión desde hace casi medio año. El PSOE hace bien y gana tiempo al rechazar, ahora, la creación de esas comisiones solicitadas por IU y PP, sencillamente porque aún no sabemos casi nada de las sorpresas que guardan los cincuenta mil folios, todavía secretos del sumario, prorrogado ayer un mes más por la Magistrada Juez Peña Martínez. Pero si, una vez destapado todo por la Justicia, los socialistas mantienen su enrocamiento tradicional frente a las comisiones parlamentarias solicitadas por la oposición, cometerán seguramente un grave error táctico ante los ciudadanos andaluces y su electorado. A los que les asiste el derecho a conocer las responsabilidades políticas que subyacen en la inquietante trama que amenaza la Junta de Andalucía desde Almería. Negar ese derecho a los ciudadanos andaluces será un flaco favor a la democracia y al Estado de Derecho. Una asignatura que deberá aprobar más temprano que tarde el Parlamento andaluz, como poder legislativo y de control del gobierno. Los medios de comunicación y la Justicia, (por este orden, en este caso) como poderes de la sociedad, han cumplido o están cumpliendo con su función social.

A primera vista y con los antecedentes que recaen en el actual inquilino de la Delegación del Gobierno en Almería, podría parecer “pan comido” para Griñan, quien se atrevió a “quitarle” la que llegó a parecer una “ventanilla de subvenciones”, Innovación, al poderoso Martín Soler. Pero la decisión de Almería no es fácil porque tiene su calado político en clave interna.

Miguel Corpas es un miembro destacado del denominado “Clan de Cuevas” cuyo jefe político es el ex consejero de Innovación Martín Soler, siendo el “padre intelectual” del grupo Antonio Llaguno, la discreta sombra de Soler, especialmente tras su aterrizaje en Sevilla en la primavera de 2008.

Quitar a Corpas, por tanto, significa guillotinar la más importante vía de poder que le queda al ex consejero en Almería, en tanto que la sub delegación del gobierno de Madrid está ocupada por Andrés Heras, persona de la confianza de la Secretaria de Estado de la Función Pública, Consuelo Rumí, o sea Zapatero. Para muchos socialistas almerienses, críticos o arrinconados por el martinismo, el relevo de Corpas, de producirse, “significaría una señal inequívoca del presidente y secretario general de que las cosas en Almería empiezan a cambiar de verdad en el partido”.


-Nijar: “el gran mudo del PP”

Pero mientras llegan noticias del sumario del Poniente, así como nuevas actuaciones judiciales, mientras Griñan arregla sus problemas internos, el PP también debiera propiciar sus particulares “pruebas del algodón” a cuenta del vaho que desprende la Operación Poniente, que visto lo visto, ya va por el Levante.

Por ejemplo, en uno de los municipios más extensos de España, Níjar, Cabo de Gata puro, cuyo ayuntamiento está gobernado por los populares, que lograron desbancar al PSOE que lo ocupó desde las primeras elecciones municipales. El interventor de este ayuntamiento, un tal “Manolo”, aparece en contacto telefónico casi permanente con el clan. Pues bien, tras haber transcurrido más de un mes, desde el levantamiento de parte del sumario, el alcalde de Nijar, Antonio Jesús Rodríguez Segura, que lo primero que hizo al llegar fue pedir una auditoria de la gestión de los socialistas de Joaquín García, es desde hace un mes “el gran mudo del PP” según un ex dirigente socialista. Nadie le ha oído una declaración, ni una nota explicativa en su concurrido blog para anunciar que ha abierto una investigación interna para conocer por qué su ayuntamiento, su hombre en la Intervención de los dineros, gastaba tanto telefono llamando al clan. Antonio Jesús Rodríguez, que fue elegido en marzo presidente del PP de Níjar, con la presencia y apoyo de Javier Arenas, aún no se ha enterado de que su líder regional, ha pedido “transparencia y caiga quien caída”. Pues no, no parece que se haya enterado que el algodón no engaña.


Quién es quien en la Operación Poniente

1 comentario:

pepe insua dijo...

Resulta patético que el tándem Soler-Asensio, intentando ningunear los cambios en el PSOE-A y en la Junta de Andalucía introducidos por Griñán nada más coger el timón de una nave demasiado cargada de intereses personales, como así ha puesto en evidencia la parte conocida de la Operación Poniente.

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