El pase con armas y bagajes, casi sin avisar, de Emilio Carrillo al bando oficialista de Viera, supuso para la actual dirección hegemónica del PSOE sevillano el inicio de la cuenta atrás de Monteseirín como alcalde de la capital. Como fondo a toda esta situación aparece muy camuflada la madre de todas las batallas que Zapatero ha iniciado en el feudo de un Manuel Chaves cansado, agotado, que se quería ir del partido pero no le ha dejado Zapatero. Una batalla lenta y soterrada pero que ha quedado al descubierto con motivo de los congresos federal, regional y provinciales que se han celebrado este verano. Manuel Chaves quería irse y que Luis Pizarro le sucediese en la secretaria general, de tal forma que el presidente tutelaría desde la presidencia del partido y de la Junta la llegada y ascenso de su heredera/o. Un asunto en el que por lo visto y oído no parece que Zapatero y Pepe Blanco estén dispuestos a que el PSOE-A continúe anclado en un modelo que recuerda demasiado el socialismo de Puerto Hurraco. (Nota al margen y por cierto: no se pierdan como la TV1 De Zapatero ridiculiza al Canal Sur de Chaves sacando cortes de su programación en un nuevo programa de la Uno los viernes noche).
El contexto del socialismo andaluz es el que finalmente vino a confirmar el inicio de una lucha por el control del partido que sitúa a los siguientes personajes en el escenario: Manuel Chaves y Luis Pizarro piensan y actúan de forma sincronizada, son una misma cosa y comparten táctica y estrategia como uno solo. Fue Gaspar Zarrias, otro protagonista, quien alertó a Ferraz de lo que podía suceder ( la ruptura interna) en el partido si Luis Pizarro asumía la Secretaria General. De ahí que fuese el propio ZP quien le pidiera a Chaves que continuase al frente del partido en Andalucía. Y de ahí el nombramiento de Pizarro como Vicesecretario general, indiscutible numero dos. Un puesto que ostentó, sin éxito, Mar Moreno una de las exiliadas en el Olimpo del Federal y que tiene mucho que decir aun en la política andaluza, aunque los que mandan no la dejen.
En este contexto de luchas internas por la sucesión, el escenario socialista de Sevilla es el que ofrece mayor complejidad de todos. Entre otras razones porque el aparato resultante del último congreso provincial está claramente alineado con el tándem Chaves/Pizarro, dejando al único alcalde de capital andaluza que tiene el PSOE, con la cama hecha y los meses contados como edil. Pro hete aquí que esa jugada puede que sea posible ejecutar pero no se garantizan los resultados pretendidos por Viera. Si el PP coloca al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, en la lista a las europeas, (eso parece) por qué motivo no puede hacer lo mismo el alcalde de Sevilla, sobre todo teniendo en cuenta que los cargos de europarlamentario y alcalde son compatibles, aunque se convierta en un verdadero descoloque personal viviendo en un avión.
Si Gallardón va a Bruselas y sigue de alcalde de Madrid, con que fuerza política y moral le pide Viera a Monteseirín que deje la alcaldía de Sevilla. Otra cosa bien distinta es que no se lo pida, o sea ya me entienden: que lo eche literalmente.
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