Casi en el ecuador de la legislatura, Javier Arenas puede ofrecer un balance positivo de su gestión, basada en organizar, dar más solidez ,consistencia y uniformidad al mensaje politico del PP-A, pero las encuestas siguen siendo machaconas y no permiten aventurar una victoria electoral de los populares si la consulta se celebrasen en el día de hoy. Sube el PP, pero no lo suficiente como para cantar victoria. Los sondeos más optimistas hablan de 13 puntos, otros apuntan a 19. Ni siquiera el tremendo desgaste del debate autonómico ha permitido intuir una herida electoral en el PSOE-A. Otra cosa es lo que acabe sucediendo con la maniobra del pacto con el entorno de ETA o con la Eta misma, según muchos. Pero es pronto para evaluar un desgaste en este punto, con perfiles tan delicados y sensibles, que desde luego no dejará pasar por alto una inmensa mayoría de españoles que solo quiere ver como los etarras entregan las armas, se rinden, piden perdón a las victimas y el Estado de Derecho pone sus normas y leyes a disposición de una generosidad aceptada por casi todos, aunque con la nariz tapada.
Arenas impulsó una primera línea de combate en su entorno que no le ha funcionado como era de esperar. En el camino se apagó la estrella de una Maria Jose García Pelayo como alcaldesa de Jerez, o se diluyó la figura poco consistente como líder regional de Esperanza Oña, anclada en su alcaldía de Fuengirola y donde su gestión como voraz recaudadora tiene encabritado al vecindario. Juan Ignacio Zoido no tiene madera de lider de masas, sí posee capacidad para liderar equipos y en ello anda. En las presidencias provinciales escasa capacidad de maniobra ha tenido Arenas y algunos goles en propia portería le han metido, como sucedió en Málaga. (Joaquín Ramírez le coló en la dirección provincial a su gran amigo Miguel Rosendo sin que Arenas lo supiese, entre otras cosas porque lo hubiese evitado).
UNA TORTILLA SIN HUEVOS
Ante la imposibilidad de sacar más jugo electoral a las complejas organizaciones provinciales del partido por tratarse de un trabajo lento y tedioso, con muchos intereses en juego, plagado de minas, Arenas ha optado por inventarse un nuevo partido sin partido. O lo que es lo mismo, una tortilla sin huevos. “Andaluces por el cambio” se llama la criatura y, al margen de las caras que dan la cara, los mensajes y las reflexiones de un amplio colectivo de profesionales sin militancia y disciplina de partido resultan cuanto menos interesantes en el baldío panorama político intelectual del nuevo siglo andaluz. Máxime cuando la mayoría de los miembros de ese foro cívico, gozan de cierta independencia económica y profesional, no dependiendo precisamente de la nómina del poder. Arenas, además, ha logrado con su actividad al frente del partido, multiplicándose por los pueblos de Andalucía, coordinando junto a Juan Ignacio Zoido la acción política del Grupo Parlamentario, situar a los otros dos líderes políticos de la comunidad Diego Valderas y Julián Álvarez en cierto ostracismo mediático. El bipartidismo ha quedado consagrado con el liderazgo de Arenas del PP-A. También es cierto que ambos dirigentes, Valderas y Álvarez, padecen las consecuencias, de una u otra manera, del abrazo del oso del que han sido victimas PA y IU en el pasado y presente respectivamente.
EL INCENDIO DE ALMERIA
En Almería Javier Arenas se encontró a su llegada un incendio de grandes proporciones del que antes solo había tenido crónica de sus corresponsales cuneros Juanjo Matarí y Rafael Hernando. Lo del PP de Almería era entonces una pura y compleja lucha por el poder interno del partido entre sectores y banderías. Previamente ya se había producido el desgajamiento de unos cuantos que con Juan Megino crearon el GIAL. (Megino dijo entonces que se había sentido traicionado por Arenas que le había prometido que sería candidato a la alcaldía en vez de Luis Rogelio Rodriguez). Arenas en el verano de 2004 ordenó las expulsiones de Pepe Añez y sus acólitos pero en Almería dudaron demasiados meses, contemporizaron y creyeron oír cantos de sirenas por el Poniente. Cuando ya no pudo aguantar más reventó el conflicto y acabó naciendo el PAL y les robaron la diputación con la complicidad del PSOE. En estos momentos el partido de Enciso y Añez es un instrumento político en manos del PSOE que con Martín Soler al frente creen que dando oxigeno a los tránsfugas del PP, la extrema derecha tal y como les calificó hace años, dividen el voto del centro derecha almeriense.
Arenas ha hecho poca leña del Caso Almería, ha sacado poca tajada política, entre otras cosas porque no acaba de creerse que Manuel Chaves esté detrás, con su conocimiento y aprobación, de la operación tenaza de la que es victima el PP desde hace meses en la Diputación de Almería. A lo mejor cambia de opinión muy pronto.
OBJETIVO: 200 AYUNTAMIENTOS
El futuro inmediato de Arenas se llama “200 alcaldías”, la batalla de las municipales del próximo año. Serán un indicador, unas primarias, quizás solo una tendencia de las autonómicas del año siguiente. Pero serán a cara de perro. Nadie lo duda.
Al margen del número de alcaldías o gobierno municipales en los que aspire a participar el PP-A, el éxito político se visualizará en las grandes plazas, con los grandes toreros del municipalismo andaluz. Esta podría ser una aproximación al mapa de plazas más interesantes en las próximas elecciones municipales en Andalucía:
Málaga, Sevilla, Almería, Córdoba, Marbella y Jerez. Plazas todas ellas en las que unos y otros creen ver debilidad de quienes las controlan en las actualidad. Plazas decisivas no solo para Arenas y Chaves, también para Rajoy y Zapatero. De este último se sabe que ha dicho que nadie es fijo en el gobierno si de ganar una alcaldía al PP de trata, comentario del que han tomado buena nota Magdalena Álvarez y Carmen Calvo entre otros. Chaves predica con el ejemplo, se adelanta seis meses y manda a Paulino Plata a Marbella.
EN SEVILLA, COMO A FERNANDO VII
Los socialistas, mientras perfilan operaciones de reconquistas de importantes alcaldías andaluzas hoy en manos del PP, observan con preocupación la crisis interna de la agrupación socialista de Sevilla. El único ayuntamiento de capital de provincia en manos del PSOE en virtud de un pacto con IU, está sometido a un duro acoso que no solo procede del exterior, también del interior del partido. Lo que se está leyendo últimamente en el foro socialista de Sevilla (Hay un enlace a la derecha) es un indicador más de la calma tensa en la que está sumido el partido. “La alcaldía de Sevilla pende de un hilo” llegó a proclamar hace varias semanas en una asamblea del partido el ex dirigente Jose Caballos. Crece la preocupación al tiempo que vuelve a inflamarse el escándalo de denuncias sobre manejos diversos con dinero público mediante facturas falsas o equivocadas. Y en medio de las denuncias aparecen destacados dirigentes vecinales que simultanean con trabajos remunerados en los distritos o en asesorías del presidente de la Diputación Rodriguez Villalobos.
Y ARENAS NO TIENE CANDIDATO
Caen chuzos de punta sobre Sánchez Monteseirín y Javier Arenas no tiene candidato para encabezar la lista de Sevilla. Y no lo tiene en un momento en el que la alcaldía podría volver a manos del PP con la muleta del PA. Lo de Carlos Herrera fue una broma, una chanza, nacida al calor de una copiosa cena de una noche de verano. Nunca, hasta donde yo puedo saber, tuvo consistencia el asunto. Herrera no ha perdido el juicio. Ha renovado con Onda Cero.
¿A quien poner? Ese es el dilema. Porque todos los indicios apuntan a que Jaime Reynaud definitivamente se ha apartado de la carrera municipal del Pp en Sevilla.
En el PSOE están convencidos de que será finalmente el propio Javier Arenas quien dé el paso adelante y acepte el sacrificio de encabezar la lista de Sevilla, “algo que revalorizaría la figura política de Alfredo” en palabras de un cercano colaborador del alcalde, “sería magnifico para nosotros que el PP nos pusiera enfrente a un peso pesado como Arenas” concluyó.
Preguntado Javier Arenas por esa posibilidad aseguró que “para nada me planteo esa posibilidad” y que allá por abril /mayo se conocerá el nombre del candidato popular al ayuntamiento de Sevilla. Mientras tanto, Arenas, se dispone a seguir acortando distancias con el socialismo, aunque lo suyo vuelva a ser cuatro años más como jefe de la oposición a Manuel Chaves y a su heredero Alfonso Perales. Claro que serán cuatro años bajo techo en el Parlamento, no como ahora.
2 comentarios:
Para que se obre el milagro de la alternancia política en Andalucía sólo hay un camino, el trabajo de base. Pero para ello se debe dar una condición indispensable, la militancia popular debe ilusionarse de tal manera con su candidato que se produzca una salida masiva a la caza del elector.
Sólo así, puerta puerta, voto a voto se pueden arañar algunos puntos y para eso es necesario que la máquina del PP-A esté bien engrasada y se establezcan desde cada municipio instrucciones precisas para intentar romper el encrudecido invierno mediático que sufrimos en nuestra comunidad y llegar con la verdad al electorado.
No es un mal metodo de trabajo el que propones, al menos al PSOE-A le ha ido muy bien en los ultimos veinte años. El gran problema está, como casi siempre, en el liderazgo no de una persona, de un equipo compacto y homogeneo que sea capaz de ilusionar al electorado indeciso o que no vota. Hoy por hoy no veo esa capacidad en el PP-A para ilusionar, aunque reconozco que las cosas se hacen algo mejor que antaño. Por ejemplo en el area de Prensa. El fichaje de una veterana y experimentada profesional como Marilar de Andres, ha sido uno de los aciertos de Javier Arenas en su nueva etapa. Se me olvidó destacarlo en el analisis general y por eso ahora lo comento.
Salud.
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