domingo, 15 de marzo de 2015

¿DECIDIRÁN LOS INDECISOS?

A-92, IDEAL de Almería,
15 de marzo de 2015.


Si el próximo domingo el electorado abstencionista andaluz se comporta de la misma forma que hace tres años, el 25 de marzo de 2012, fecha de las últimas elecciones autonómicas, la caza y captura del voto indeciso, principal objetivo de las fuerzas políticas en la recta final de la campaña, habrá resultado un completo fracaso.
Efectivamente, hace treinta y seis meses, un total de 2.507.485 andaluces con derecho a voto optaron por quedarse en casa o marcharse de fin se semana. Todo ello a pesar de que las últimas autonómicas se convirtieron en una muy reñida batalla en la que se discutía, nada más y nada menos, que la pérdida de la hegemonía socialista durante tres décadas.  Y, también, que se daba por segura la ascensión al gobierno  andaluz, por vez primera, de la derecha política liderada entonces por Javier Arenas. Pues ni con esas la participación logró superar el 61% - exactamente el 60,78%- absteniéndose casi el 40%, concretamente el 39,22% de los electores.
Habría que remontarse a las dos anteriores consultas para hallar las cotas más bajas de abstención, como la de 2004 con un 25,34% o la de 2008 con un 27,33%.
Traspasado el ecuador de la actual campaña electoral, los partidos y de forma muy especial el bipartidismo PP y PSOE, han centrado todos sus esfuerzos en intentar convencer a los indecisos en este alocado 2015 electoral y que, según las estimaciones de las diversas encuestas, estaría rondando el 40%.
Se dijo en 2012 que, el PP, no logró los cinco diputados para la mayoría absoluta que les hubiese permitido gobernar porque su electorado se había confiado, creyéndose con las encuestas de entonces que el PP había ganado las elecciones. Además, la no comparecencia de Arenas en los debates televisivos, ayudaron bastante a que cundiese esa idea entre los posibles votantes de la derecha. Pero hubo algo más. Frente al PP estaba un candidato socialista, Pepe Griñán, con medio partido desactivado a cuenta de su forzada redistribución del poder interno y que solo contó con el apoyo extra de las dos grandes centrales sindicales, CCOO y UGT, a las que Mariano Rajoy había dado argumentos más que suficientes para la movilización general, gracias a una Reforma Laboral de incalculables consecuencias negativas, ya entonces previsibles, para los trabajadores como se ha comprobado.

El voto oculto que no es.

De ahí que el PP andaluz, que encabeza Juanma Moreno Bonilla, esté haciendo lo imposible para intentar convencer a ese 40% de indecisos -voto oculto le llaman- con una panoplia de promesas estupendas y maravillosas de las que recela, y con razón, el ciudadano medio. Sobre todo porque recuerda lo que sucedió con las promesas electorales de Rajoy y que empezaron a incumplirse a solo un mes de llegar a la Moncloa en 2011. Existiendo, por tanto, esa sensación de fraude en el subconsciente popular, no parece que esté siendo una buena idea el despliegue gubernamental de esta campaña en Andalucia con don Mariano a la cabeza, “en plan turista” como le ha definido Susana Díaz. El PP, además, ha perdido tiempo y energías atacando ferozmente a Podemos, cuando en realidad su gran adversario en la disputa de votos es Ciudadanos. (“Ciudadans” como erróneamente les llamó Antonio Sanz en vez de “Ciutadans”, agrediéndoles con la catalanofobia por bandera).
Por contra, la presidenta en funciones de la Junta no ha querido que Ferraz meta las narices en la campaña andaluza, basada fundamentalmente en su figura. “Yo con Susana” es el lema, conscientes los socialistas de que la marca del puño y la rosa, a día de hoy, está excesivamente identificada, quemada y unida a los dos grandes escándalos de corrupción andaluces como son los Eres y la Formación, la red clientelar del PSOE-A.

La corrupción pasa factura.

Una de las grandes incógnitas de lo que suceda el próximo domingo estará en determinar en qué medida la corrupción, en esta consulta, va a pasar factura al bipartidismo, que como dijo Antonio Maillo (IU) en el debate a tres, les llega a ambos partidos “ hasta arriba”.
Llegado el momento y si se confirman los vaticinios demoscópicos, quizás pueda determinarse que el voto que reciban tanto Podemos como Ciudadanos , tendrá mucho que ver con el cobro de una factura pendiente hace años por parte de los ciudadanos ante los desmanes y el descontrol del dinero público por parte, fundamentalmente, de las dos más importantes formaciones políticas.
Esa y no otra es la razón por la que los electores andaluces se pueden volcar con estas dos nuevas formaciones no contaminadas por la pringue, la prevaricación, el robo o el cohecho. Porque, visto lo visto, a nadie se le ocurrirá creer que la inmensa mayoría de sus posibles electores les presten su voto a Podemos y Ciudadanos en base a sus improvisados programas de gobierno y las soluciones filosóficas que plantean a los problemas de los andaluces. Con su no contaminación y sus promesas de regeneración y transparencia bastan. De tal forma que unos se pasan con sus increíbles promesas y otros no llegan o se quedan en difusos planteamientos con generalizaciones programáticas utópicas a las que no estamos habituados.
No se preve, por tanto, que la campaña vaya a cambiar mucho en su recta final y, por tanto, no es tampoco previsible que los líderes con sus discursos cansinos y repetitivos sean capaces de ilusionar a ese 40% de indecisos que no responden a los encuestadores.
En cualquier caso, en solo siete días, sabremos como será el futuro político de Andalucía donde lo único que parece estar claro es que se romperá el bipartidismo, que nadie sacará mayoría absoluta y que habrá que pactar para gobernar. 
En este punto se abre paso una hipótesis nueva: la posible alianza entre el PSOE y Ciudadanos, una posibilidad a la que no hacía ascos esta semana su candidato Juan Marín quien - ojo- lleva ocho años gobernando Sanlúcar de Barrameda de la mano del PSOE. Y tampoco se ha oído a Díaz decir que no pactará con Ciudadanos. Susana ha sido rotunda, sin embargo, a la hora de pronunciarse en contra de posibles pactos con Podemos y con el PP. Veremos el domingo por la noche. Tic tac, tic tac.



Notas en campaña

-Por si les faltaba una puntilla a los populares almerienses, la ministra Ana Pastor se la ha colado esta semana hasta la cruceta desde Murcia. Allí anunció un gran soterramiento, mientras que el que separa la ciudad de Almería del Mediterráneo lleva más de dos décadas esperando. Eso y el taponamiento de los túneles del AVE, son dos promesas incumplidas por el PP, de libro, con los almerienses. De poco o de nada les ha servido dar cobijo en sus listas como cuneros a Javier Arenas y a Rafael Hernando.

-La presencia de Pedro Sánchez en Vícar y las dos visitas de Susana Díaz en campaña a Almeria han tenido como objetivo reforzar la única provincia donde perdieron los socialistas en 2012 y donde los sondeos - menos el del CIS- vaticinan un nuevo descalabro.

-Está sorprendiendo en las filas del PP almeriense la escasa actividad en campaña de su número cuatro en la lista Javier Arenas. Tanto como el verle en televisión participando junto a Juanma Moreno en la campaña por otras provincias andaluzas.

-Una lectura política de lo sucedido en la UAL: finalmente han llegado vientos de cambio. Tantos años de control sectario del PSOE de la universidad han acabado hartando a la inmensa mayoría. Ahora toca regenerar y, entre otras cosas, auditar y acabar con el enchufismo que deja Molina en herencia.

-La decisión del nuevo juez del Nº 6 de archivar la denuncia de la constructora HALSA por un supuesto robo de documentos -de lo que parece ser una contabilidad B- dará un vuelco muy notable a la instrucción en otro juzgado a la denuncia de Amayt y la Fiscalia del TSJA por presunta financiación de la empresa de la familia Morales al PP de Gabriel Amat. La documentación aportada, al no ser producto de robo, adquiere plena validez jurídica para que prosigan las investigaciones.

-Un pasquín, distribuido puerta a puerta por el PP de la localidad de Serón, denuncia un total de seis nombres de empleados municipales (o vinculados al Ayuntamiento) cuyo denominador común es que todos son parientes del alcalde, el socialista Juan Antonio Lorenzo. 
La única de las mencionadas que ha salido a la luz para defenderse es la Arquitecta Municipal, Noemí Lorenzo Martinez, prima del edil, quien a través de Twitter ha aclarado que ella obtuvo su plaza por concurso y que fue la única candidata. También justificó que es algo normal que en un pueblo tan pequeño coincidan varios parientes trabajando para el Ayuntamiento. Tras esta aclaración la Sra Lorenzo borró sus mensajes.

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