El Secretario General del
PSOE, Pedro Sánchez, no solo está en abierta oposición contra el hotel
Algarrobico sino que "ha animado a Susana Díaz a seguir hasta el final en
su ofensiva jurídica y política a favor de la demolición del edificio".
Así lo aseguran fuentes socialistas que dicen conocer "muy de cerca"
la posición del nuevo líder socialista que en estos días veranea en la costa
levantina almeriense.
El gobierno de Díaz no dará,
por tanto, ni un paso atrás y tras la extraña y polémica sentencia de la
Sección Tercera de la Sala del Contencioso-Administrativo de Granada,
legalizando la licencia otorgada en su día por el indultado alcalde socialista
de Carboneras, ha decidido dar el paso definitivo para ejercer el derecho de
retracto y recuperar la propiedad pública de los terrenos donde se asienta tan
polémica como horrenda construcción.
La consejera de Medio
Ambiente, la cordobesa María Jesús Serrano, ha anunciado la fecha del 12 de septiembre
próximo como la formalización de los trámites para la recuperación de la
propiedad por parte de la Junta.
Pero Serrano, además de fijar
fecha para el inicio de un viaje sin retorno en la fase final del conflicto, ha
anunciado algo políticamente importante. La apertura de una investigación para
analizar las circunstancias que rodearon
la concesión de una ayuda de 2,7 millones de euros en 2002, con Chaves
de presidente y la parlamentaria almeriense Fuensanta Coves de consejera de
Medio Ambiente, como parte de un plan de desarrollo sostenible del Levante.
"Estamos ante un nuevo
tiempo -ha dicho María Jesús Serrano- y eso corresponde a decisiones del
pasado, pero si hay que depurar responsabilidades se van a depurar, no les
quepa duda, ya que hay tolerancia cero ante cualquier atisbo de corrupción o
acción mal ejecutada" ha dicho la consejera, trasladando así a la opinión
pública respuesta a una de las muchas preguntas que concurren entorno a este
desaguisado político, administrativo y urbanístico del protegido litoral
andaluz.
La firme posición del
gobierno y su presidenta, además de Secretaria General del PSOE-A, no ha sido
entendida ni aceptada por la agrupación socialista de Carboneras y, en cierta
medida, tampoco por algunos de los dirigentes provinciales del partido que se han
puesto de perfil, sospechosamente silenciosos, en cuanto ha comenzado el
tiroteo de las grandes decisiones de la Junta a favor del derribo.
El PSOE de Carboneras,
agrupación controlada en sus puestos claves por la extensa familia del
exalcalde socialista Cristóbal Fernández, con alguno de sus miembros con cargo
políticamente destacado en la dirección provincial, no solo se oponen abierta y
públicamente a la postura gubernamental y del partido, sino que han impulsado
la petición de un pleno extraordinario del Ayuntamiento para solicitar el
reinicio de las obras, basándose en la última sentencia favorable dictada por
los magistrados del TSJA. Parece que les ha importando poco lo dicho por el TS
y lo que aún tenga por determinar.
Históricamente, en la dirección
regional del PSOE en Sevilla, siempre sostuvieron como justificación que la
actitud del socialismo carbonero y gran parte del almeriense favorable al hotel,
obedecía a razones estratégicas electorales frente a los adversarios de la
derecha. Sin embargo, puestas como se han puesto las cosas, hay quien empieza a
dudar y a no entender la virulenta contraofensiva y, mucho menos, que algunos
hayan caído en la tentación de desacreditar políticamente a la máxima líder del
partido en la comunidad en los ruidos telefónicos y de redes sociales de estos
últimos días. Y se entiende mucho menos cuando, por activa y por pasiva, se les
ha hecho llegar que el ejecutivo de Susana Díaz tiene un "plan B"
para la creación de "muchos más empleos que los que generaría la apertura
del hotel, pero dentro de un plan de acción verde y sostenible, acorde con lo
que se desea para el Parque Natural" según me asegura la consejera Serrano.
De igual forma que, para los defensores del hotel abierto, que utilizan el
drama del paro en Carboneras para justificar su numantina posición, ha caído en
saco roto en anuncio de inversión de unos 200 millones de Endesa en la central
ubicada en su término y que generará antes de fin de año unos 500 nuevos puestos
de trabajo, según la titular de Medio Ambiente.
Las togas
Pero si enrevesado está el
asunto en los ámbitos políticos, mucho más complicado parece estar en los
judiciales. La sorprendente sentencia de los jueces de la Sección Tercera, de
la que fue ponente el magistrado Rafael Toledano Cantero, apoyado por sus
compañeros María Torres Donaire y Jorge
Rafael Muñoz Cortés, ha levantado todas las alarmas y recelos entre los
movimientos ecologistas y ante quienes se han acercado jurídicamente en estos
años al proceso de El Algarrobico.
Fuentes conocedoras
del procedimiento aseguran que la sentencia dictada por la Sección Tercera de
la Sala del Contencioso-Administrativo del TSJA, en un 70% está dedicada a
desmontar y "machacar" la resolución que en su día dictó el
magistrado almeriense Jesús Rivera, usando términos contra él para
descalificarle como "incoherente", algo nunca visto en una resolución
judicial de este tipo. Rivera es actualmente miembro de la Sección Primera de
citada Sala, la misma Sección a la que, por cierto, le habría correspondido
entender sobre estos recursos y que, por unas complejas decisiones de reparto
sobre la competencia en materia medioambiental, acabó recalando en la Sección
Tercera.
Esta circunstancia, mientras puedan llegar explicaciones lógicas y definitivas desde el Supremo unificando doctrina, quizás expliquen las dos resoluciones favorables al hotel de la Sección Tercera en contra de las otras anteriores emanadas en estos años desde el juzgado de Almería, las cuatro de la Audiencia Nacional y tres desde el propio Tribunal Supremo. (Este último avalando en gran medida en 2008 la argumentación jurídica del juez Rivera, el primero que paralizó la obra desde Almería).
Ello provoca que más de uno y más de dos juristas se pregunten si, en el fondo de esta llamativa discrepancia con importantes repercusiones medioambientales, políticas, económicas y administrativas en el Cabo de Gata, podríamos encontrarnos algún tipo de disputa interna entre magistrados de la misma Sala y entre dos Secciones distintas. Si ello fuese cierto desde luego estaríamos ante un hecho bastante insólito, por usar un término suave.
En todo caso el tiempo será el que determine lo que pueda haber ocurrido con el asunto de El Algarrobico en el TSJA de Granada, en tanto que deberá ser el Tribunal Supremo el que tenga la última palabra y el que determine, unificando criterios y doctrina, si han existido o no "ajustes de cuentas jurídicas o personales" entre ilustres togas, a la vista de decisiones judiciales tan contradictorias. Unas resoluciones que, como se ha visto, han levantado una excepcional alarma política y social.
Esta circunstancia, mientras puedan llegar explicaciones lógicas y definitivas desde el Supremo unificando doctrina, quizás expliquen las dos resoluciones favorables al hotel de la Sección Tercera en contra de las otras anteriores emanadas en estos años desde el juzgado de Almería, las cuatro de la Audiencia Nacional y tres desde el propio Tribunal Supremo. (Este último avalando en gran medida en 2008 la argumentación jurídica del juez Rivera, el primero que paralizó la obra desde Almería).
Ello provoca que más de uno y más de dos juristas se pregunten si, en el fondo de esta llamativa discrepancia con importantes repercusiones medioambientales, políticas, económicas y administrativas en el Cabo de Gata, podríamos encontrarnos algún tipo de disputa interna entre magistrados de la misma Sala y entre dos Secciones distintas. Si ello fuese cierto desde luego estaríamos ante un hecho bastante insólito, por usar un término suave.
En todo caso el tiempo será el que determine lo que pueda haber ocurrido con el asunto de El Algarrobico en el TSJA de Granada, en tanto que deberá ser el Tribunal Supremo el que tenga la última palabra y el que determine, unificando criterios y doctrina, si han existido o no "ajustes de cuentas jurídicas o personales" entre ilustres togas, a la vista de decisiones judiciales tan contradictorias. Unas resoluciones que, como se ha visto, han levantado una excepcional alarma política y social.
Finalmente un dato
curioso: la Sección Tercera mencionada tiene fama de acumular en su historial
numerosos reveses en casación desde el Tribunal Supremo. Veremos que pasa ahora
con El Algarrobico.
LA CUAJADERA
Fuensanta Coves
La
parlamentaria por Almería y senadora socialista, durante ocho años Consejera de
Medio Ambiente de la Junta - 2000/2008-, es uno de esos testimonios que se echa
de menos en estos días a cuenta de la polémica historia de El Algarrobico sobre
la que todos reclaman una decente explicación política y administrativa. Su testimonio
sería especialmente válido para corroborar de que forma se gestionó durante
esos años el polémico proyecto, visto desde la consejería encargada de velar
por el medio ambiente andaluz. Si Coves hablase seguramente explicaría con
detalle el poder político, por encima del propio gobierno de la Junta, ejercido
en esos años por el entonces Secretario General del PSOE de Almería, Martín
Soler, apoyando el proyecto. Por cierto que Soler estuvo a punto de ser
nombrado en el año 2000 titular de Medio Ambiente, pero su candidatura quedó
descartada in extremis al necesitar Chaves el nombre de una mujer para
equilibrar la paridad. Fue cuando el propio Soler propuso el de Coves,
profesora universitaria de Almería que, de momento, no ha abierto la boca para
opinar sobre los últimos avatares del hotel.
Antonio Amérigo
"El
hotel lo veremos abierto más pronto que tarde". Con esta lapidaria frase,
escrita en su muro de Facebook, el carbonero, Secretario de Ideas de la
Comisión Ejecutiva Provincial del PSOE y responsable del "Laboratorio de
Ideas José Luis Cruz Amario", respondía esta semana al anuncio de la Junta
de Andalucía de ejercer el derecho de retracto sobre los terrenos del
Algarrobico.
Al
mismo tiempo Amérigo cambiaba la foto de su perfil por una del hotel donde
podía leerse sobreimpreso "Hotel legal".
Misterio sin resolver
Cuatro
días, cuatro, ha tardado el juzgado Nº 2 de Almería - el mismo que lleva meses
investigando, entre otros, el Caso HALSA- en abrir diligencias para investigar
el contenido de un programa de Tv sobre las tramas de corrupción en Almería. Ha
sido tanta la celeridad de Su Señoría en ordenar indagaciones a la Guardia
Civil que los afectados desconocen la autoría del denunciante, sospechando que
puede haber partido desde el PP o bien desde algún magistrado mencionado en el
programa. Muy pronto se sabrá el cómo y el por qué.
No hay comentarios:
Publicar un comentario