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A-92, Ideal de Almería, domingo 20 de julio de 2014 |
La Agrupación del PSOE de
Almería es una de las más convulsas de la federación socialista andaluza. La
aparente unidad durante el proceso de Primarias, con un masivo apoyo de la
militancia almeriense al candidato Pedro Sánchez , saltó por los aires el mismo
día que se abrían las urnas en las agrupaciones del partido para votarle como nuevo
Secretario General. La unidad socialista había sido un espejismo.
Las tensiones y diferencias
internas volvieron a aflorar coincidiendo con la elección de delegados para el
congreso provincial/federal en la Agrupación de la capital, con cerca de los
900 afiliados.
La consigna oficial desde
Sevilla en los días previos tuvo dos mensajes concretos: apoyo a Sánchez y
unidad, evitando que las tensiones aflorasen en unos momentos de reactivación
del partido. Pero en Almería, lo segundo, resulta una misión imposible, un
espejismo en la travesía del desierto del socialismo.
Tras la agrupación sevillana,
la de Almería fue la que más destacó en Andalucía en su masivo apoyo a Pedro
Sánchez. Por vez primera en muchos años, el PSOE almeriense, ofreció una imagen
unitaria sin precedentes. La escena del sofá del veterano dirigente Alfonso
Guerra con el aspirante Eduardo Madina, retratada y promocionada antes del 13
de julio, hizo saltar por los aires la cacareada y manida supervivencia del
viejo "sector guerrista" en el socialismo almeriense. El 13 de julio
quedó meridianamente claro que, la inmensa mayoría del partido en Almería,
estaba con el nuevo líder y, sobre todo, con Susana Díaz. El guerrismo es historia y un pretexto fantasmal.
Pero una cosa eran los
intereses supremos de la organización que todos respetaron a rajatabla y otra
muy distinta las tensiones internas latentes desde hace tiempo y de las que
hacen responsables, como principales muñidores, al tándem Teruel/Segura.
-Viejos métodos.
Lo sucedido en la agrupación
de la capital el pasado domingo, con dos listas enfrentadas a por los delegados
para el congreso provincial de este sábado, supuso nuevamente la reedición de
viejas luchas internas, promovidas por viejos y conocidos métodos de gestión
del partido.
Tanto Sánchez Teruel como su
mano derecha, Adela Segura, maniobraron lo indecible in extremis para lograr un listado integrador. Segura llegó a
proponer en nombre de Teruel una lista de delegados al 50% y le permitían a
Fernando Martínez, SG de la agrupación local, que la encabezase como gesto de
buena voluntad. Martínez y su equipo se opusieron, entre otras cosas por
desconfianza y porque sabían de antemano de sus apoyos mayoritarios, como
también de la minoritaria influencia que Teruel y Segura tienen en las bases
del partido en la capital. Los datos del congreso que ganaron en abril de 2013
avalaban esa posición de fuerza. Fernando Martínez obtuvo entonces la victoria
con el 47,82%; Francisco Giménez el 28,97; Antonio Ruano el 12,30% y Javier
Menezo el 10,91%. Votaron un total de 517 militantes.
Pero la oposición del ex
alcalde y catedrático de Historia al pacto propuesto por Adela Segura tenía,
además, motivos de calado político. No estaba dispuesto Martínez a prescindir
de militantes del PSOE que, a pie de calle y como responsables de numerosas
asociaciones ciudadanas almerienses, "se habían batido el cobre en el
puerta a puerta" durante la última campaña europea en favor del partido. Los
nombres propuestos por la dirección provincial eran militantes que no
respondían al perfil anterior, desarrollando muchos de ellos su labor
institucional en despachos de la Junta, alejados del día a día con los vecinos,
como por ejemplo la presidenta de la Autoridad Portuaria Trinidad Cabeo.
(Algunos de ellos, por cierto, llegaron a pedir internamente semanas atrás la
dimisión de Martínez por los resultados locales tras las europeas, olvidando
que Almería fue la única provincia andaluza donde ganó el PP)
La militancia esta vez acabó
dando la razón a Martínez con un apoyo espectacular frente a la lista oficial
encabezada por José Mª Garrido, que
destacó en su día como integrante de la plataforma de apoyo a Susana Díaz.
Martínez, con 323 votos, además de ganar por goleada, mejoró notablemente los
apoyos respecto al año anterior, logrando el 65,52% de los votos frente a los
170 obtenidos por la candidatura avalada desde la Ejecutiva Provincial, un
34,48%. Esta vez votaron 538 militantes, 21 más.
Pero el batacazo político de
la dirección provincial en la batalla local almeriense, con el consiguiente
impacto político en la provincia, no sería ni el primer rifirrafe ni el último
de esta nueva etapa del socialismo. Tres días después, el portavoz socialista
en el Ayuntamiento, Joaquín Giménez, anunciaba presentarse a primarias para ser
el candidato a la alcaldía y que lo hacía desde la más absoluta independencia
de las familias del socialismo almeriense. Lo anunciaba explicando que ya lo
había hablado con Teruel y Segura. Curiosamente nada dijo de habérselo
comunicado al SG de la agrupación local, responsable de la convocatoria de esas
primarias. Un anuncio que, obviamente, sentó a cuerno quemado en la dirección
local porque se interpreta como una nueva maniobra intervencionista de la
dirección provincial en la vida interna de una agrupación clave. Parece, por
tanto, que puede aventurarse que habrá nueva confrontación para las municipales
y que, de mantenerse la actual correlación de fuerzas, Giménez puede que no sea finalmente el elegido para
enfrentarse a Luis Rogelio Rodríguez-Comendador.
Lo sucedido ahora en la
capital se suma a la reciente crisis por el control de la agrupación de
Roquetas, pulso que perdió la dirección provincial también por amplia mayoría y
al malestar existente en otras agrupaciones de la provincia como las de Vícar,
El Ejido, Adra, Viator, Pulpí, Huércal Overa, etc.
Todo ello sin olvidar la
debilidad política del diputado Sánchez Teruel, sobre el que pende una
solicitud formal de imputación judicial por parte de la Guardia Civil, por su
papel en 2008 en el contexto del denominado "Caso Marismas", siendo director
general de regadíos de Martín Soler en Agricultura. Un sumario cuya investigación
policial ha tomado últimamente velocidad de crucero en el juzgado Nº 16 de
Sevilla y donde se vaticinan más imputaciones en breve. Teruel, que ha
intentado personarse en la causa, ha recibido la respuesta del juez de que no
procede aceptarla, "de momento".
LA CUAJADERA
Los errores de Sánchez Teruel
Varios son los errores
políticos atribuidos internamente al actual SG del PSOE de Almería, impulsado
al cargo por Pepe Griñán en lo que pareció un intento definitivo de borrar la
era del martinismo. Esos errores,
vistos desde el interior del partido por sectores críticos a Teruel, podrían
ser los siguientes:
-Pese a estar aupado por casi
todos los grupos del socialismo almeriense, Teruel quiso volar solo y gobernar
el partido de espaldas a quienes le habían apoyado frente a Soler/Asensio.
-Al Secretario de Organización
de su ejecutiva, el senador Pérez Navas, lo neutralizó dando peso y
protagonismo a Adela Segura, su verdadera número dos.
-En base a esta estrategia,
Teruel, se planteó una política de gestión del partido similar a la de Martín
Soler, colocando en puestos claves a personas de confianza y leales a su
persona. Muchos de esos cuadros tuvieron destacado protagonismo en la etapa de Soler.
-Ha hecho oídos sordos a las
denuncias internas sobre casos de corrupción -por ejemplo en ADR Alpujarras-
donde destacados cuadros de su confianza quedaban en entredicho por la
irregular gestión de fondos públicos.
-Mantiene la "ley de
silencio" con el PP, heredada de la etapa de Soler en los grandes asuntos
de corrupción de la derecha en Almería y no personándose el PSOE en ninguna de
las numerosas causas judiciales abiertas en estos meses.
-Se rodeó de un grupo de
jóvenes politólogos cuestionados por las respectivas agrupaciones, que le
asesoran en decisiones propias del papel orgánico de las estructuras locales
del partido.
-Tomó decisiones, como nominar
a Mari Carmen Ortiz candidata a las europeas, de espaldas a los dirigentes más
importantes del partido, como el propio presidente Antonio Bonilla, alcalde de
Vícar.
-Ha permitido o propiciado la
confrontación interna más que el diálogo, la integración o el pacto, perdiendo
apoyos en la provincia.
-Nula política de comunicación
que ha sustentado fundamentalmente en puntuales comentarios en su muro de la
red social Facebook o arremetiendo contra periodistas críticos con su gestión.
-La situación creada convierte
en muy compleja y delicada la situación del partido en septiembre, con el
arranque de los preparativos de la precampaña de las municipales.
-El Congreso provincial de
ayer es la guinda a una gestión cada día más discutida y censurada internamente.
Culpar "a la derecha" de querer las primarias en el PSOE fue digno
del Club de la Comedia. En Sevilla preocupa cada día más lo que sucede en el
PSOE Almería.
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