Tras una semana de especulaciones, es posible agrupar una ristra los motivos que ayuden a comprender una decisión política de gran trascendencia tomada por el presidente de la Junta y que ha compartido portadas esta semana con otro gran bombazo informativo: el encarcelamiento del extesorero del PP Luis Bárcenas. También con previsibles consecuencias políticas para la derecha.
Un anuncio presidencial que, de entrada, logró oscurecer o atenuar bastante más que en otras ocasiones anteriores, desde un punto de vista informativo, lo tratado y debatido en el pleno sobre el estado de la Comunidad. Hubo leña dialéctica en cantidad, pero se destacó mayoritariamente el anuncio de la jubilación presidencial.
El gran encuentro parlamentario del curso político por excelencia, donde se supone que la oposición pone los puntos sobre las íes de los incumplimientos al Gobierno. Y donde el ejecutivo, con su presidente a la cabeza, debe defender su gestión y, como viene siendo habitual, cargar las tintas contra el gobierno de Madrid, del mismo color que la oposición que personifica Juan Ignacio Zoido en Andalucía. El Gobierno que, recuerda insistentemente el bipartito, no paga las deudas estatutarias con Andalucía y recorta fondos para los servicios sociales, mantra efectivo contra el PP.
Pero que, de forma inesperada, horas antes del tradicional debate anual, Griñán anunciase que no volverá a ser candidato a la Junta en las próximas autonómicas, resultó una sorpresa monumental para todos. Incluso para algún que otro cercano colaborador presidencial que, el mismo lunes 24, me confesaba que lo de la sucesión de Pepe Griñán era aún una incógnita, dudando incluso que finalmente se retirase. Esto da muchas vueltas en tres años, añadía. Quien te dice que Pepe no puede decidir volver a presentarse, comentaba el alto cargo. Era la respuesta a mi pregunta sobre Susana Díaz, a escasos metros en aquel momento, más radiante y más sonriente que nunca esa tarde, en la puesta de largo de andalucesdiario.es. Tan solo 24 horas después, el diario El País, abriendo a toda portada y con la firma de su delegado en Andalucía, Luis Barbero, daría sentido a tanta sonrisa y amabilidad de la consejera Díaz aquella noche de lunes en Abades Triana, en la orilla trianera de la dársena del Guadalquivir.
Es posible que las motivaciones de tipo familiar, conociendo la sensibilidad de Griñán para con determinadas circunstancias vitales adversas, hayan pesado y mucho en su decisión. Pero conociendo también su confesada vocación como servidor y responsable público, es difícil imaginar que esos problemas en su entorno familiar hayan sido la razón principal para tomar tan importante y trascendental decisión política.
Como se apuntaba al principio varias pueden ser las razones de carácter político que han influido para que cambie la historia del PSOE-A en poco más de un mes mediante unas primarias exprés. Parece que quiere impulsar la llegada al poder en el PSOE andaluz de la generación del 28F. La primera gran renovación post Suresnes, tan lejano en el tiempo y en los sueños del socialismo español.
IU: QUE VIENE EL LOBO
Intentando interpretar las diversas declaraciones que el presidente ha concedido este fin de semana para explicar su decisión, llama poderosamente la atención todo lo referido a sus socios de gobierno y a los presupuestos de 2014 que ambos, IUCA y PSOE-A, habrán de redactar, discutir y aprobar en otoño, antes de defenderlos ante la oposición del PP en el Parlamento, con la opinión pública andaluza como testigo y tiritando con los efectos de la crisis y el paro del millón y medio de andaluces.
Es en este punto es donde parece que Griñán llama especialmente la atención de los ciudadanos, los riesgos en lontananza de ingobernabilidad de Andalucía.
En primer lugar parece evidente que la elaboración de los presupuestos del año que viene no va a ser una tarea fácil para el bipartito. Sobre todo porque se entra de lleno en la precampaña de las europeas, con calentamiento de motores para las municipales y con IU disputando al PSOE territorios, votos y logros en la Junta. Unos logros como el decreto de viviendas muy bien vendidos publicitariamente y rentabilizado políticamente por la gente de Valderas que han aprendido rápido.
Habrá que recortar a fondo para cumplir con el déficit impuesto y comprometido, o sea tomar decisiones muy duras, distribuyendo el poco dinero que quede sin dañar aún más a las clases populares, en definitiva a la principal bolsa de votantes de la izquierda. Y ahí se verán las caras en el bipartito. Además, suprimiendo organismos y aligerando previsiblemente muchas plantillas públicas innecesarias o abultadas. Cabe imaginar por lo tanto un escenario poco adecuado para que Pepe Griñán descienda al cuerpo a cuerpo de la negociación con Antonio Maíllo, el nuevo coordinador general de IUCA. Acostumbrado como está a la leal colaboración de Diego Valderas al que piropea repetidamente y sin rubor, porque así lo percibe en la realidad del día a día de la gobernación de la Junta y en el cumplimiento del pacto de gobierno.
Una tarea, sin duda, que necesitará de una mano fuerte, con rango y a su diestra, con capacidad negociadora y con el respaldo de la mayoría oficial del partido.
LA “CHICA 10″ DEL PRESIDENTE
Y ahí entra la segunda razón. Situar en las rampas de salida y aterrizaje a Susana Díaz, persona por la que Griñán ha apostado ciegamente desde que Rafael Velasco, su primer número dos, tuvo la (poco habitual) decencia política de dimitir, tras descubrirse negocios familiares con dinero público para la formación de por medio. Por cierto, la aparición pública de aquellos documentos sigue siendo uno de los misterios mejor guardados de Andalucía. Algunos quisieron colgárselo a Susana Díaz, pero nunca lo demostraron. Aquello, creyó el griñanismo, fue más bien fuego enemigo interno.
Griñán ha proclamado que será neutral en el inminente proceso de primarias express del PSOE-A. Exactamente lo mismo que dijo cuando se le atribuyó su apoyo a la candidatura de Carme Chacón frente a la de Rubalcaba.
Susana Díaz, es cierto, se ha criado en el partido. Como tantos y tantos políticos del bipartidismo español y andaluz que, sin acabar la carrera, se metieron en los partidos para vivir y aprender utilidades y el oficio de sus mayores. Sobrevivieron los más fuertes, los más hábiles, no siempre los más inteligentes. A veces los más perversos y crueles con el adversario. También personas brillantes y honestas. De todo, como en la viña del Señor ha habido en las Casas Cuna de los dos grandes partidos. En ese contexto, del que se podrían citar decenas de nombres de hombres y mujeres de la política andaluza, creció Susana Díaz en la agrupación sevillana del PSOE. La más importante de todas, la de Alfonso Guerra, la de Escuredo y la de Pepote Borbolla, la agrupación que le permitió la primera victoria a ZP con los votos que aportó Sevilla, la gran espina andaluza del PP.
Su aprendizaje político, por tanto, hay que buscarlo en las lecciones impartidas en mil batallas por dos políticos sevillanos de fuste, con larga trayectoria, José Caballos y José Antonio Viera. Al primero no dudó en abandonarle Susana Díaz cuando Caballos se enfrentó a Manolo Chaves y a su guardia de corps, dando un portazo en el congreso de Granada. Tanto Viera como Díaz abandonaron su militancia en el “caballismo” y no dudaron a la hora de combatirle con gran dureza, ganándole un congreso decisivo. Al final Díaz derrotaría a Viera, de la misma forma que se distanció con anterioridad del alcalde Sánchez Monteseirín que la llevó en su lista como concejal en la cuota de las JJSS.
Un veterano socialista, que cuenta que llevó alguna vez a Susana de niña al colegio y que, años después, la ayudó a conquistar Triana, su gran plataforma política, me contaba que “difícilmente encontrarán trapos sucios de Susana. Que rasquen, que rasquen, verán como no hallarán nada de nada. Esa mujer es espartana, austera, se equivoca a veces, sí, en las formas sobre todo y es muy dura en la ejecución de las decisiones una vez las ha tomado. Desde luego tiene mucho carácter la niña. Pero es una gran trabajadora, eso sí lo tiene”.
Susana Díaz, que seguramente aprendió de las reconocidas habilidades negociadoras y de la zorrería política de su mentor Pepe Caballos, y que conoce bien el partido en Andalucía desde su etapa de Secretaria de Organización, ha sido el segundo motivo que parece haber influido en el Presidente para anunciar su decisión. Feminista confeso, el hecho se ser mujer su candidata favorita la convierten en la chica diez del presidente, la opción que más simpatías le despierta. La irrupción de Luis Planas, dicen que sin consultar ni con Griñán ni con Chaves, presenta un perfil interesante en la contienda que se avecina. Históricamente luchar contra el aparato del partido ha sido una tarea inútil, estéril y testimonial. Hoy Susana Díaz no solo controla el aparato, manda y mucho en el Gobierno.
ESTRATEGIA PARTIDISTA
En tercer lugar el anuncio de Pepe Griñán oculta una decisión estratégica, electoral y de partido. Especialmente pensada para la misma oposición, el PP-A, que hace algo más de un año, algunos de sus más distinguidos líderes, se encargaban en la sastrería sevillana de Cañete los trajes de consejeros por si les llamaba el presidente Arenas. La derecha andaluza, una vez más, está siendo víctima de Madrid. Ya ocurrió con el error de UCD y AP el 28-F y le vuelve a suceder ahora al PP a cuenta de los efectos de la crisis económica general y la crisis de Génova 13 en particular, esa que está acabando con la estabilidad del partido en el gobierno. La corrupción del Caso Gürtel, el Caso Bárcenas y las corruptelas que cuelgan con un Javier Arenas fuera de las páginas del Hola están desmoralizando a la militancia. Y en breve pueden salir a la pista judicial del CasoNoos la pareja valenciana de Rita Barberá con Paco Camps.
En Andalucía Juan Ignacio Zoido ha optado por el más difícil todavía. Mantener su agenda, pese a que el de enfrente marca ostensiblemente las cartas de la baraja. Ha decidido no ser cartel pero seguir liderando el partido, colocando si puede a José Luis Sanz, su actual número dos y en el que confía plenamente. Un hombre tranquilo. Parece que Cospedal le puede apoyar pronto. El oriente se rebela en silencio contra el sevillanismo continuista que se intuye entorno al actual presidente del PP andaluz y alcalde de Sevilla. Y, hoy por hoy, no se sabe quien será el nuevo líder o lideresa que ocupe los carteles cuando Pepe Griñán (Susana Díaz o Luis Planas) lo determinen. En este punto Griñán ha jugado con la ambigüedad, señal de que usará la decisión de la fecha como arma electoral. La noticia les ha pillado con el paso cambiado a los populares, por mucho que la diputada Carolina González Vigo proclame que las cosas de Griñán no le van a marcar la agenda al PP. En IU no han gustado tantos movimientos trascendentales e inoportunos en estos momentos.
”ALFREDO, SÍ SE PUEDE”
En cuarto lugar habría que situar la clave interna federal. Se trata de la respuesta política, frente al enrocado rubalcabismo, como presidente del partido, a la demanda de amplios sectores que piden, dada la caída en picado en los sondeos y el acenso de IU, una renovación en el liderazgo del PSOE.
Rubalcaba debe anunciar ya si se vuelve a presentar o si declina esa misión, ha pedido públicamente Griñán desde la SER. Y primarias, democracia interna, que Griñán quiere demostrar que en un mes pueden celebrarse y cumplir lo que parece un incómodo pero obligatorio trámite. La purga Benito, una locura, dicen sus críticos, que ven ante tanta urgencia un intento de atar todo, bien atado, a favor de la candidata oficialista Susana Díaz. Ya se habla de tongo a la vista. Dicen que tantas prisas e improvisación obedecen a la obsesión de Griñán por el futuro y su papel en la historia, en como dejar su impronta.
Griñán se siente orgulloso de democratizar la nominación a la presidencia de la Junta en su partido, pese haber sido nominado por “el dedo de Manolo Chaves”, ha llegado a confesar el presidente estos días.
IMPUTACIÓN EN LOS ERES
En quinto lugar situaría ese mensaje acuñado por el PP desde hace meses que vaticina que Griñán será imputado en el asunto ERE por la juez del caso. Aunque, bien mirado, los últimos acontecimientos judiciales invitan a pensar que doña Mercedes Alaya, a través de autos que parecen editoriales, va en esa línea. Griñán olvidó al diseñar su calendario sucesorio el tradicional auto de los grandes momentos del socialismo dictados por la Sra Magistrada Jueza del Nº 6 de Sevilla.
Es tan fácil como leer su auto de imputación contra el corazón de la administración socialista de la Junta en la últimas décadas. En particular llama la atención cómo argumenta y justifica la jueza el imputar a la exconsejera de Economía y Hacienda Magdalena Álvarez. Todo ello sucede mientras los guardias civiles que investigan siguen revoloteando entorno a un puñado de protagonistas del mismo nivel, pero que gozan de aforamiento. O sea, otro tribunal para juzgarles. Al lector del auto no le puede pasar desapercibido un sencillo ejercicio: sustituir el nombre de Magdalena Álvarez por el de Griñán, Martínez Aguayo o el de cualquier miembro de éste o cualquier otro gobierno. Comprobarán que podrían ser también imputados por el mismo motivo. Especialmente todos los responsables políticos de departamentos donde haya habido robo o malversación.
Para los socialistas se está asistiendo a un verdadero atropello desde un juzgado al ejercicio legal de la gobernación, tutelada por la soberanía popular desde el Parlamento de Andalucía. Todo en el marco de la legalidad que ahora cuestiona en parte la Sra. Alaya.
Pero a los socialistas, a Pepe Griñán en concreto, lo que le tiene que haber molestado enormemente es el hecho de que aparezca una nueva decisión judicial de los Eres en su agenda política. Especialmente con las primarias exprés en marcha y donde él y su partido se juegan el presente y el futuro.
Lo que algunos dirigentes socialistas escriben en las redes estos días invita a pensar, por otra parte, que la nueva carta acusatoria de Alaya, con sus imputados, han roto por la mitad una estrategia que parecía asumida por Griñán y su entorno: aislar las responsabilidades políticas, en caso de emergencia, en Manuel Chaves y su entorno. Amparo Rubiales se hacia eco de los deseos mostrados por Eduardo Madina de que se investigase “hasta el fondo” en el caso de los Eres de Andalucía.
AJUSTAR CUENTAS
Y en último lugar se puede presuponer que Pepe Griñán se ha guardado una íntima y malvada satisfacción digamos que intelectual. Ajustar algunas cuentas pendientes como a él gusta, con elegancia, en frío, salpimentadas con algo de soberbia y pelín de mala leche.Demostrar a sus “mayores” en el partido, claro, que, sin haber sido un hombre del aparato, ni haber pisado Suresnes y a pesar de las putaditas que le han gastado en estos años, se cree con autoridad moral y muy capaz de diseñar y propiciar el inicio de la transformación generacional que muchos reclaman en el socialismo español, empezando por la agrupación más importante, la de Andalucía.
Desde su oposición interna en Andalucía crece el griterío y la protesta severa por el fondo y la forma que ha utilizado para abrir el melón sucesorio por vía de primarias tan rápidas y urgentes (y sin prever el habitual efecto Alaya).
Rodríguez de la Borbolla ha sido de los adelantados al alzar su voz critica, proclamando algunas cosas más sensatas que otras y preguntando especialmente por la bicefalia inminente, experiencia que él ya vivió con Escuredo de presidente. ¿Quién mandará? ¿Griñán o Susana Díaz? Pregunta Pepote.
Pero sus criticas han sido apagadas de forma fulminante por la implacable presidenta del partido, Amparo Rubiales, destacadasusanista, que le ha descalificado en twiter llamándole “misógino”. Abriendo así una enorme polémica donde Borbolla ha llegado a recordar cómo lloraba Rubiales el día que le anunció su cese de consejera de la Presidencia, nombrada por Escuredo. La presidenta del PSOE-A ha acabado recordándole a Borbolla que como presidente de la Junta, con amplias mayorías socialistas, no nombró “nunca” a ninguna mujer para una Consejería. Lo malo de este caso es que Amparo Rubiales sabe bien por qué Pepote Borbolla nunca nombró una mujer en su gobierno, pero no lo explica porque, entonces, seguramente la llamarían “machista”.
Publicado hoy día 4 de julio en www.andalucesdiario.es
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