Ya tenemos al primer cargo público
condenado por un Tribunal a cuenta del Caso Mercasevilla. Antonio
Rivas, todo un factótum del aparato socialista en
Sevilla, ha quedado seriamente tocado por una condena judicial.
Tiene razón la oposición - Juan Bueno desde el PP- cuando recuerda a los
socialistas que todos sus dirigentes sacaron pecho en su día para
defender al ex alcalde socialista de Camas y ex alto cargo de Empleo
en la Junta. No en vano, Rivas, se había convertido desde hacía
años en una de esas piezas imprescindibles del aparato del
partido en Sevilla para manejar ciertos asuntos “delicados”. En los
recovecos de las más extrañas negociaciones, aparecía Rivas de
alguna manera u otra. Ya fuera a las órdenes de Pepe Caballos, ya a
las de Jose Antonio Viera, su gran valedor político hasta los momentos
finales, casi al mismo tiempo que se veía forzado a dejar la
militancia en el PSOE.
Fueron ciertas aquellas proclamaciones públicas en favor de la presunción de inocencia de Rivas, detrás de las
cuales se vería luego que había algo más que pura cortesía
jurídica o política.
Es cierto que Griñán mantuvo a Rivas
en la Junta, pese a lo que empezaba a llegar desde el juzgado. Como
también es cierto que, en el arranque del escándalo de Mercasevilla
y los Eres, el presidente no le dio la importancia que tenía el
asunto; estuvo más preocupado de otros frentes, especialmente unas
próximas autonómicas a cara de perro. Además, soltar a Rivas a los
chacales, hubiese adelantado en el tiempo los roces que culminaron
con un serio deterioro de las relaciones entre Chaves y Griñán.
Porque Rivas, no conviene olvidarlo,
era una de las terminales políticas y ejecutivas de una forma de
entender el chavismo la gobernabilidad de los fondos públicos de la
Consejería de Empleo. Todo ello mezclado con la práctica de un
clientelismo muy generalizada en el socialismo andaluz. Una herencia
explosiva en manos de un presidente que no sabía muy bien si
continuaría en el cargo el 25M.
Vuelve la Juez Alaya
El alta médica que la juez Alaya
parece que acaba de recibir, tras unos dolores muy intensos de cabeza
que la han alejado de su juzgado y de su sumario de cabecera, el de
los Eres, parece que puede reactivar nuevamente el asunto desde el
punto de vista judicial y en toda su dimensión.
Con la condena de Rivas, a pesar de
haber tenido un gran defensor como Paco Baena Bocanegra, la partida
queda exactamente donde estaba antes del asunto de los infiltrados
ilegales en los Eres. Queda por saber si Alaya es capaz, junto a la
Guardia Civil, de escalar la pirámide de la que tanto ha hablado en
sus Autos en los últimos meses.
De momento ha resultado llamativo como
el magistrado que la ha sustituido durante su baja por enfermedad, ha
desmontado partes fundamentales dictadas por la titular del juzgado,
al igual que ha hecho la Audiencia enmendando la plana a tan severa
instrucción. Especialmente en las fianzas impuestas para eludir la
prisión el chofer y el propio Guerrero. Algo que, por cierto, ha
provocado que le recuerden al juez sustituto que es pariente de un
candidato socialista en Casariche en 1979, hace 33 años y que tiene
agregada como “amigo” en el Facebook a la Agrupación Socialista
de Casariche.
El PP puede sentirse satisfecho tras
estas primeras condenas, en un asunto que es la antesala del gran
caso Eres, donde como partido se han empleado muy a fondo en todos
los frentes: judiciales, mediáticos, políticos y parlamentarios.
Tampoco debiera olvidarse que los socialistas no mienten cuando
afirman que ellos, desde la Junta con Chaves, fueron los que llevaron
al Fiscal las cintas de los empresarios de La Raza. Fuero ellos, sí,
pero porque no tuvieron más remedio y a la fuerza ahorcan.
Pero a la satisfacción momentánea del
PP no debe abandonarla la inquietud por lo que suceda con el gran
sumario. Algunas declaraciones sobre el tema, de la mano de gente del
PP, indican que les preocupa el callejón sin salida en el que parece
que se está metiendo el sumario de los Eres. Si se confirmara sería un chusco colofón a la
carrera política de Arenas en Andalucía en su apuesta por luchar contra la corrupción del adversario.
1 comentario:
Demasiadas canales de ternera para un solo garfio. En mi opinión, analfabeta total en leyes, ese macrosumario debería haberse desglosado en varios.
Doña Alaya ha padecido cefaleas intensas. Le puede sobrevenir medio tratado completo de Patología General.
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