sábado, 12 de junio de 2010

SAN MEDARDO, PATRÓN DE TORMENTAS Y RENUNCIAS

Martín Soler, antes de abandonar la Consejería de Innovación de la que fue titular en el primer gobierno Griñán, habría dejado ”firmado y amarrado” con un grupo de comunicación una inversión publicitaria que, según fuentes socialistas conocedoras del asunto, rondaría el millón de euros, 900.000 Euros es la cifra que, en concreto, se menciona.

Esta sería una de las “losas” halladas por su sucesor Antonio Ávila, nada más aterrizar como nuevo titular del departamento, aunque esta vez “la losa de Martín” ha acabado pasándole factura política meses después; no como cuando dejó comprometido el gasto promocional de Agricultura poco antes de pasar a Innovación, quedando maniatada Clara Aguilera con todos los presupuestos adjudicados por Martín antes de salir por la puerta de la consejería en Tabladilla. Nadie rechistó en aquel momento en la Junta para criticar al, entonces, poderoso y ascendente caballero llegado de la lejana y desconocida -para muchos- Almería. Martín Soler estaba a esas alturas integrado plenamente en una operación de medio alcance como aspirante oficioso del aparato de Pizarro a la presidencia de la Junta, con un Griñán previsiblemente debilitado y jubilado tras un presumible desastre municipal en 2011. Ese era, al menos, el diseño y el borrador de la frustrada hoja de ruta, ante de que Zapatero se llevase a Chaves.

Griñán conoció, con detalle, el contenido, los lugares y las fechas, así como los asistentes (y los no asistentes, porque algunos se negaron a participar) a buen puñado de reuniones que, más que almuerzos para resolver problemas, les parecieron cónclaves conspirativos de “play mobil”, donde se hablaba y, sobre todo, dicen que se criticaba a calzón quitado y sin miramientos, ante camareros y todo, a Griñán y Zapatero porque no hacían las cosas que ellos creían que se deberían hacer en Andalucía y en España.

La última de estas cenas, más bien circunstancial y puntual encuentro de clan en horas bajas, tuvo lugar hace unos días, tras la conferencia de Griñán en el Foro Antares, en la que un grupo de notables “pizarristas” se fueron a un restaurante y, aseguran, que durante la cena a Griñán le debieron de zumbar de lo lindo los oídos. Entre los comensales, como gallo en corral ajeno y dicen que algo sorprendido por la dureza lo que oía, Paco Carbonero, el secretario general de CCOO.

El martes, día ocho de junio, día de fraile francés San Medardo, al que dicen que se invoca en contra de las peores lluvias con tormentas, rayos y truenos, fue un día especialmente agitado en la política socialista almeriense.

También entre los habitantes de las oscuras profundidades del dinero que, allá desde el fondo, “todo lo manejan” bajo amplias sombrillas moradas, del mismo color que esos billetes de quinientos que nadie nunca ha visto. Pues sí, también hubo nerviosera entre algunos poderosos del lugar cuando vieron aparecer las señales de tremendos nubarrones contra el martinismo por las montañas de Gergal, invadiendo la provincia de Almería.

Por la mañana del martes estallaba la primera tormenta con la “renuncia” de Antonio Cantón como concejal y parece que como candidato a candidato del PSOE para la alcaldía de Almería, avalado hasta el final por Diego Asensio y Martín Soler. La noticia de dimisión y renuncia llevaba un subliminal mensaje donde Cantón no cierra la puerta a seguir optando al ayuntamiento, desde luego se intuye que tras una amenazante opción independiente y al margen del PSOE. (Hay rumores entorno a UpyD, desmentidos oficialmente por la formación). Previamente, Antonio Cantón Góngora, responsabilizaba de su dimisión a Nono Amate, quien había dudado de su honestidad personal y de la limpieza de sus operaciones como empresario. Amate no se cortó nuevamente y no solo se ratificó en sus declaraciones, sino que desveló que Cantón había renunciado tan solo dos días después de que Rafael Velasco le comunicara a Diego Asensio la negativa de la ejecutiva regional a aceptar la propuesta de Cantón para Almería 2011, tal y como avancé el pasado domingo aquí.

La segunda tormenta, con “renuncia” y abundante aparato eléctrico incorporado, llegaría horas después, por la tarde, protagonizada por el consejero de Innovación, Antonio Ávila, siendo co protagonista pasivo el ex titular de dicho departamento, Martín Soler. El primero le comunicaba al segundo que tenía que abandonar la presidencia del PITA, asumiendo Ávila, como consejero, la presidencia del parque tecnológico y científico de Almería, que seguirá siendo, le tranquilizó el sucesor, una apuesta de primer orden por parte de la administración Griñán.

Antonio Ávila, de parte de Griñán, acababa de asestarle el golpe político más duro de todos los recibidos hasta ahora por Martín Soler, dejarle sin sillón institucional en Almería, quitándole los galones en plena Puerta Purchena, apeándole de una socialmente vistosa e influyente presidencia del PITA.

De paso, Soler, ha podido comprobar por vez primera públicamente que quien hoy manda en el PSOE-A , Pepe Griñán, no es un chikilicuatre. Juega fuerte y no le tiembla el pulso a la hora de ejercer su autoridad, como secretario general y como presidente.

Pero como era de esperar, el habilidoso político cuevano, quiso una vez más convertir su desgracia en virtud , como cuando Griñán le hizo una “oferta” para seguir en el gobierno, ofrecimiento que el presidente sabía que Martín rechazaría y salió contando que había renunciado no a una, sino a dos consejerías, las de Medio Ambiente y Empleo, dando a entender que podría haber elegido la que le hubiese dado la gana.

En esta misma línea, su cese como presidente del PITA lo convertía el miércoles de mañana en una nueva “renuncia” que, manteniendo las formas, justifica así en su carta de dimisión irrevocable a los miembros del Consejo y que hizo pública horas después:

-“En las actuales circunstancias de desarrollo de este parque, muy importante para la economía andaluza y en especial para Almería, considero que es conveniente que sea el Consejero correspondiente quien ejerza la Presidencia. Por tanto, te informo de mi renuncia irrevocable a la presidencia del PITA, con la seguridad de que me tendréis a vuestra disposición para todo lo que pueda servir de apoyo a un proyecto al que me siento y me sentiré emocionalmente muy ligado”.

La situación política del socialismo en Almería invita a pensar que no debe descartarse el adelanto de un congreso extraordinario en el que se proceda a cambiar la ejecutiva provincial en tanto que, Diego Asensio, no parece dispuesto a abandonar la linea impuesta por su eterno jefe político en Almería, Martín Soler, linea que Sevilla le ha invitado a abandonar de inmediato.

A todo esto, no parece que los escándalos hayan terminado en Almería en relación con el PSOE. Según diversas fuentes, es inminente el estallido judicial y mediático del Caso Rambla Morales, un proyecto en el que se han enterrado 120 millones de euros en una desaladora, que ha arruinado a decenas de pequeños agricultores a los que están embargando desde la Diputación y que en estos momentos, se intenta vender a la empresa publica estatal Acuamed por un precio que el ministerio de Medio Ambiente sitúa en algo más de la mitad de lo que se pide. En medio de esta operación, que algunas fuentes creen que se concretará en un par de semanas, aparecen comisionistas por la venta y mediante contrato. Uno de ellos aparece mencionado en las conversaciones de la Operación Poniente. Se trata de Francesc Palau, empresario catalán, vinculado a empresarios almerienses importantes y , también, al cerebro de la trama del Poniente, el ex interventor Pepe Alemán.

La desaladora de Rambla Morales, operación tras la que algunos sitúan otras de carácter inmobiliario y especulativo con el cambio de uso a una extensa finca, fue apadrinada políticamente por Martín Soler, llegando a otorgar 25 millones de euros para el proyecto cuando ocupó el cargo de Consejero de Agricultura y Pesca con Manuel Chaves de presidente de la Junta.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Con Martín es necesario andarse con algo más que pies de plomo. Al día siguiente de su renuncia al PITA, Martín y Diego se reunían con Gaspar Zarrías en un discreto apartado de un conocido restaurante de Almería, seguramente para buscar alguna salida al que Zarrías calificó en mayo de "un valor del partido" con el que "se debe seguir contando".

Unknown dijo...

martin ha pisado ha demasiada gente dentro de su propio partido , como para pretender tener una salida digna, se notará en los demas y el mismo lo sentira en sus propios huesos, la diferencia entre el poder absoluto y ser soldado raso, es mas humillante ver a tus contrincantes desde esa perpectiva, o lo que es peor que ellos le vean como la futura "cuchara" del partido, y no precisamente por comer de la sopa boba como venia haciendo hasta ahora ,si no porque en el futuro ni pinchará ni cortará.

Unknown dijo...

martin a pisado a demasiada gente dentro del propio partido como para que tenga una salida digna,y sobretodo el cambio de perpectiva de ver a los demas como soldado raso,o lo que es peor que los demas le vean como la futura cuchara del partido, y no por que coma de la sopa boba como venia haciendo hasta ahora , si no porque ni pincha ni corta.

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