El nombramiento de Manuel Chaves como vicepresidente del Gobierno de Rodríguez Zapatero ha abierto en Andalucía una crisis institucional y política de incalculables consecuencias.
Ayer Lunes Santo, fue un lunes de bajas pasiones e intrigas palaciegas en la política andaluza. Hasta las celebraciones o anulaciones de ruedas de prensa, previamente convocadas por la Junta o el PSOE, daban pie a la especulación y la interpretación.
Hace cuatro días, el Viernes de Dolores, el núcleo duro de Manuel Chaves en el partido conocía el alcance de la crisis que se avecinaba y que estallaría anocheciendo el Domingo de Ramos. En la sede regional de San Vicente lo sabían y, lo más grande, algunos se felicitaban de ir ganando la partida. Partida, por otra parte, que acababa de empezar.
Porque una primera consecuencia de la precipitada apertura del melón sucesorio en el PSOE andaluz conduce, necesariamente, a preguntarse aquello del “¿Quiénes vamos ganando?
La posible lista de víctimas políticas parece que está concurrida. En el propio gobierno y el PSOE aparecen con méritos propios Gaspar Zarrías, Paco Vallejo y Mar Moreno, quienes, a priori, parecen que ven truncadas sus expectativas de que la Agrupación de Jaén coloque al próximo presidente/a de la Junta. Ya veremos.
Tampoco parece que deba estar muy satisfecho el jefe de la oposición quien, además de tener un replicador autorizado en Madrid cuando cada fin de semana Arenas se vista de político estatal, se verá obligado a retirar de sus discursos las referencias al pasado, al desgaste, al cansancio y a la veteranía de su principal adversario. Le guste o no a Arenas, tras 19 años llega un nuevo líder al PSOE-A.
Sobre las motivaciones que han conducido a Zapatero a aplicar la “fórmula Bono” con el último de Suresnes, han circulado en el día de ayer numerosas hipótesis, todas ellas con un denominador común: Zapatero es quien toma las riendas del PSOE-A a través de su vicepresidente in pectore.
La caída por ascenso de Chaves culmina la estrategia de Zapatero de renovar el partido a lo largo y ancho del territorio. Chaves era el ultimo felipista, el más veterano de todos. Curiosamente la ultima agrupación en entrar en la influencia directa de Zapatero ha sido Andalucía, la que con más fuerza se opuso a su llegada a la Secretaría General, apoyando entonces Chaves la candidatura de Bono.
Cuentan que los asesores de Moncloa en materia demoscópica le habrían hecho llegar al Presidente hace un par de meses la delicada situación electoral en la que ha entrado el PSOE en las ocho provincias andaluzas, verdadero granero de votos que da o quita La Moncloa al PSOE o al PP. Chaves corría peligro de que le pasara lo que a Monteseirín, que su figura no sumaba votos al partido.
El reajuste en los gobiernos de Madrid y Sevilla, además de provocar un verdadero cataclismo en el PSOE, traerá consigo cambios en la Junta. El primero de todos el nuevo jefe, donde todos ven al vicepresidente Pepe Griñán. Otros no acaban de ver de presidente y de candidato en 2012 a quien hace algo más de un año le decía a zapatero en sus propias narices “no” a ser candidato a la alcaldía de Sevilla. ¿Menos agotado ahora que entonces? No, hay quien cree que Griñán no es la solución entre otras cosas porque esa decisión, la de ser candidato, la deberá tomar el partido aunque solo sea por puro formalismo estatutario. Por otra parte, muchos dudan de que Griñán esté lo suficientemente fuerte, orgánicamente hablando, en el partido, de tal forma que podría convertirse en un “prisionero” de Luis Pizarro y la ejecutiva regional. La misma que demostraba hace menos de un año toda su fuerza y poder para laminar a la disidencia en los congresos provinciales de Málaga y Sevilla.
Por cierto, ¿como se tomarán las siempre disciplinadas bases socialistas que dos docenas de cuadros estén jugando con las cosas de comer y sin consultarles?. Buena pregunta y más en unos momentos donde, desaparecida la figura de Chaves, su papel aglutinador en el partido no lo tendrá nadie. Todo ello sin olvidar un pequeño matiz: Gaspar Zarrías, aparentemente, va perdiendo, pero la partida no ha terminado.
Pdata: Anoten el nombre de Carmen Martínez Aguayo como el de una mujer con futuro. No les extrañe que sea la próxima Consejera de Economía y Hacienda si el presidente es Pepe Griñán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario