Esta vez la Udyco no cayó en la ordinariez de nominar su última operación contra la corrupción municipal andaluza con un nombre rarito o vulgar, esotérico o lejano. Optó por la fórmula culta, aún a riesgo de que fuese identificada en su desarrollo, eligiendo la denominación fenicia de Estepona: Astepa. Quizás por eso, días antes del inicio de las detenciones, empezó a circular el rumor de que en Estepona pasaba algo gordo, que se estaba investigando una trama de corrupción policial similar a la de Coslada. Y, decían, que el PP tenía papeles anónimos sobre el asunto. Extraño rumor que, visto lo sucedido, invita a pensar que fue soltado por los propios investigadores para despistar y asegurarse el factor sorpresa ante veintitantos presuntos. De la misma forma que también llegó a rumorearse un gran escándalo político y judicial en Andalucía cuyo estallido mis fuentes siguen situando como la canción, “cuando llegue septiembre”.
No creo que se sepa oficialmente en qué medida influyó el solemne acto de clausura del curso 2008 de la Cátedra Prasa, vinculada a la Universidad de Córdoba, el lunes 16, para retrasar al martes 17 la detención de Pepe Romero, presidente y dueño de una de las joyas del empresariado andaluz, el Grupo Prasa, con 2700 puestos de trabajos directos. En aquel acto solemne estuvo el “todo Córdoba” y una intervención policial hubiese recordado demasiado las maneras utilizadas por la Udyco en la detención del alcalde de Alhaurín, tras un acto en Marbella con Mariano Rajoy o la de la cantante Isabel Pantoja.
Este Segundo Acto también tuvo las consiguientes filtraciones previas a determinados medios, apostados horas antes de la llegada de las furgonas policiales, (Antonio Jiménez, en “El Gato al Agua” lo avanzó la noche del lunes sin dar el nombre de Estepona). La operación estalló tan solo 48 horas después de que los fiscales dedicados a luchar contra los delitos del Medio Ambiente y la corrupción urbanística en Andalucía, hiciesen pública su memoria anual acusando a los alcaldes de ser cómplices en la comisión de delitos contra el territorio. La Operación Astepa se parece a la Operación Malaya sólo en dos cosas: que los delitos tienen la misma tipificación y que asistimos al Segundo Acto de una especie de campaña de imagen de Rodríguez Zapatero para certificar su decidida lucha contra la corrupción institucional, por cierto, de forma especialmente contundente en un territorio gobernado por su partido desde hace un cuarto de siglo. ¿Habrá Acto Tercero? Estoy convencido de que sí y también un epilogo, presumo que con la extinta izquierda revolucionaria como guinda de un enorme pastel de mierda y basura.
Ha sorprendido que, por vez primera, al tiempo que estallaba la Operación Astepa y era detenido el alcalde socialista Antonio Barrientos, el PSOE dejara de lado sus tradicionales presunciones de inocencias y anunciara directamente la apertura de un expediente de expulsión para Barrientos y el resto de imputados. Alfredo Pérez Rubalcaba, Jose Antonio Alonso e incluso el vicepresidente Zarrias, dejaron claro horas después que desean que la justicia llegue hasta el fondo. Una actitud novedosa en un partido que, por no salirnos de Málaga, ha llegado a sentar en la Mesa del Parlamento de Andalucía a una condenada por la Justicia como Marisa Bustinduy, o mantiene a otro condenado, Salvador Pendón, en la presidencia de la Diputación. No conviene olvidar en este plano un pequeño gran detalle: la justicia se pone manos a la obra en Estepona por la confesión de dos concejales socialistas enfrentados a Barrientos, David Valadez y Cristina Rodríguez. Como no podía ser de otra forma en un escándalo de esta magnitud y características, una investigación seria debe llevar ante la Justicia a quienes han puesto en circulación el dinero para comprar voluntades politicas. Empresarios que con sus donaciones o mordidas, supuestamente, han colaborado al mantenimiento de una “caja b” en el Ayuntamiento de Estepona, con Barrientos como administrador. La imputación del dueño de Prasa, Pepe Romero, ha supuesto un duro golpe para quien puede presumir de una trayectoria personal y empresarial libre de escándalos. Su imputación ha supuesto la vuelta a la incertidumbre entre miles de familias cordeobesas, testigos directos en el Acto Primero, del hundimiento de Sandokán y el Grupo Arenal 2000.
Para algunos juristas la Operación Malaya es un “autentico fiasco” por su deficiente instrucción a cargo de Miguel A. Torres. A la vista está lo que va quedando, dos años después, de aquellos días de casi un centenar de detenidos en Marbella. Ese es el principal riesgo, se piensa, que corre también esta instrucción en la que participa el mismo fiscal, el temido y polémico Lopez Caballero. Algunos de los detenidos entraron a declarar acusados de numerosos delitos y al salir solo quedaban imputados por uno “y en realidad es una falta administrativa” señalan en el entorno de uno de ellos.
SISMOGRAMAS.
Los que conocen bien a Javier Arenas lo venían vaticinando hace semanas: “en este lío del PP, Arenas será el que saldrá ganando”. La nueva dirección de Mariano Rajoy confirma no solo los vaticinios de amigos y ex amigos de Arenas, certifican la habilidad del líder andaluz del PP en el manejo de esta crisis interna. Apoyo publico a Rajoy, escasas declaraciones y negociación interna con del peso de los avales andaluces, han sido las claves de su retorno al poder central del PP. Un triunfo político que tiene su aspecto más negativo en que le restará tiempo y dedicación para ejercer como jefe de la oposición a Manuel Chaves.
-En El Ejido no se podrán construir las cuatro subestaciones eléctricas solicitadas por el ayuntamiento porque la Junta de Andalucía ha echado por tierra las pretensiones del ayuntamiento del PAL por no seguir los procedimientos que contemplasen estos nuevos servicios en la reciente revisión del PGOU. Queda en el aire un negocio estimado entorno a los cien millones, que iba a garantizar el suministro eléctrico a grandes proyectos urbanísticos y comerciales en la comarca. Entre los proyectos afectados está el nuevo centro comercial que El Corte Ingles tiene proyectado en la capital del Poniente.
-Las diligencias abiertas por la Fiscalía de Cádiz contra Barroso, alcalde de Puerto Real, tras las criticas e insultos al Rey en un acto republicano, siguen abiertas. La pasada semana funcionarios judiciales se personaron en algunas emisoras de radio de Algeciras, ciudad donde se produjeron las manifestaciones de Barroso en abril, buscando copia de las mismas. A estas alturas de la denuncia los fiscales no disponen del “cuerpo del delito” en este caso.
-Pepe Caballos finalmente jugará con Viera. El como nadie sabe oler la victoria, la venganza…y la derrota.
-La operación Astepa ha puesto al rojo vivo la batalla interna de los socialistas malagueños. Imputados los hay de los dos bandos, pero Barroso estaba con Bustinduy y Pendón, o sea con Heredia.
-Lo que sucede en el CAA sigue siendo esperpéntico. La presidenta del Parlamento, Fuensanta Coves, tiene un gran problema político sobre La Mesa y no parece que tenga los reflejos que la carecterizan para atajarlo, dado el desprestigio que supone el vacio de poder en uno de los pocos órganos de extracción parlamentaria de nuestra cámara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario