MARTINEZ, EL OBISPO CAMORRISTA
Vuelve el obispo Martinez. El prelado granadino, militante de “Comunión y Liberación”, se ha revelado como uno de los “pastores” más conflictivos. Tras su bronca en Caja Sur lo mandaron a Granada donde mantiene su talante polémico y autoritario. Javier Martinez Medina, ex canónigo, le denunció ante la Justicia ordinaria, aunque Martínez intentó prohibírselo. Será la primera mitra que se sienta en un banquillo. Llamó a la desobediencia civil contra la “E. para la Ciudadanía” y es un homófobo activista. Martinez, sin embargo, apeló a la “presunción de inocencia” para defender a un sacerdote denunciado por pederastia. También fue acusado de racismo al expulsar a dos novicias indias del Convento de la Piedad. Y este verano, Martinez, la ha liado en Albuñol trasladando al párroco Gabriel Castillo, conocido como “el cura de los senegaleses”, porque unas monjas dejaron de acudir a sus misas, concurridas por muchos morenos. El pueblo se ha encerrado en la iglesia en señal de protesta. Castillo dice que cuelga los hábitos y Martinez, sigue de obispo camorrista. El Vaticano otorga.
El alcalde de Sevilla, Sanchez Monteseirín, al volver de las vacaciones no solo se enfrentará a la modernización inacabada de la ciudad, con más de 40 obras abiertas en el centro y un tranvía llamado ruido. Su problema será tricolor. Los socios comunistas están empeñados en sumarse de forma activa a la campaña de IU a favor de “la III República”, algo que incomoda al edil y a su partido porque creen que les puede restar apoyo electoral en marzo.
El empresario, con todos sus papeles en regla, tenía una importante obra en marcha en un pueblo del Aljarafe sevillano. Pero el 27-M cambió el color del ayuntamiento y salió otro alcalde distinto. Le pararon la obra, a pesar de tener licencia, y el empresario fue recibido por el nuevo edil quien, sin cortarse, le dijo: “¿Y de lo mío qué?” El empresario hizo números y optó por pagar la mordida…por segunda vez.
Las elecciones generales serán el 9 de marzo. Así lo tiene decidido Rodríguez Zapatero y así parece que, resignadamente, convocará Manuel Chaves las autonómicas. Nuevamente se avecinan elecciones conjuntas, el eterno sometimiento político andaluz. La subida del PP de Javier Arenas en las municipales y en las encuestas ha inquietado a algunos dirigentes socialistas que prefieren no correr riesgos con las cosas de comer e ir con Zapatero.
SISMOGRAMAS
Ha reaparecido por Marbella Judah E. Binstock, para muchos el gran testigo ausente en la instrucción del Caso Malaya, el hombre del que Juan Antonio Roca llegó a decir que había urdido la moción de censura contra Julian Muñoz. Es el primer propietario de suelo urbanizable en Marbella. En este tiempo anduvo desaparecido misteriosa y discretamente por medio mundo, incluso se dijo que había estado hospitalizado en NY, aquejado de una grave dolencia. Judah Binstock, con muchas vidas a sus ochenta y tantos años, ha vuelto y no para relajarse bajo el sol marbellí. Según ha revelado la alcaldesa Ángeles Muñoz, Binstock, estaría resolviendo “personalmente” con la Junta el estatus administrativo de sus propiedades, terrenos que, según Muñoz, son respetados en su integridad por el POTA. Muchos se preguntan que ha pretendido la alcaldesa estrella del PP-A al revelar que Binstock retoma sus contactos con sus viejos amigos y conocidos en la Junta, con la misma administración que le adjudicó irregularmente el Casino Aljarafe y que, ahora, nuevamente volverá a concedérselo.
Que la huelga es un derecho constitucional de los trabajadores nadie lo discute, como tampoco nadie discute otro derecho fundamental de todos los españoles: el derecho a la salud. Viene a cuento recordarlo a propósito de la huelga, de consecuencias salvajes y tercermundistas, protagonizada este verano por los trabajadores del servicio de limpieza de Almuñécar, en la Costa Tropical granadina. Decenas de toneladas de basuras, en estado de descomposición bajo el sol, se llegaron a acumular en sus calles poniendo en peligro la salud de habitantes y veraneantes. El coche de una ciudadana, literalmente tapado de bolsas de basuras durante varios días que duró la huelga, fue la imagen más repetida en las televisiones de media Europa. Pero durante esos días ningún dirigente político de fuste se preocupó por el problema creado en Almuñécar. Con actitudes como ésta, que nadie se extrañe del sistemático aumento del índice de abstención en las distintas consultas electorales.
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