No se ha movido un varal. ¡Tos por igual, valientes¡
Se habrán fijado que ni una sola voz disonante ha salido en estos días desde el seno del PSOE-A para criticar o disentir sobre la operación, a corazón abierto, en la que Zapatero y Chaves han metido al PSOE-A en estos días para una delicada liposucción. A ese comportamiento de los cuadros y militantes de un partido – casi 70.000 en toda Andalucía- solemos denominarle “disciplina de partido”. Si tras poner la Junta de Andalucía y el partido patas arriba, generando una gran incertidumbre en las agrupaciones del partido y entre decenas de cargos públicos, nadie ha abierto la boca, es señal inequívoca de una gran fortaleza de la disciplina partidaria en el seno del PSOE. Deben ser la envidia para los del PP, los mismos que hace cuatro meses querían liquidar a su líder o los que se fueron a ver a Garzón para entregarle los papeles y cintas de la Operación Gürtel contra otra gente del partido. El eterno cainismo que tanto se le critica a la derecha, se torna disciplina de batallón en cuanto afecta a la izquierda, al PSOE más concretamente. Ese es uno de los secretos del éxito de tres décadas de gobierno socialista en Andalucía, una red social, tupida, unida, engrasa y muy trabajada por el poderoso aparato del partido.
No obstante, el único error que han podido cometer esta vez los estrategas socialistas es no calibrar el impacto de esta cirugía abrasiva en un escenario de crisis general altamente preocupante para todos, también para quienes la disciplina de partido puede dejar de darles de comer. Ahora, entra en acción el cirujano Griñán.
2 comentarios:
Solo indicar que la disciplina es más fácil de mantener cuando se trata del partido que gobierna.Una dosis razonable de disciplina es saludable; un exceso, como todos los excesos, puede ser mortal a largo plazo. En la oposición, la falta de perspectivas inmediatas para tocar poder, propicia empujones y zancadillas más al descubierto.Miseria humana.
Callar y mamar. Es un secreto a voces.
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