El candidato a la alcaldía de Sevilla del PP, el magistrado en excedencia Juan Ignacio Zoido, ha presentado una declaración de intenciones en forma de decálogo para garantizar la transparencia en la gestión del gobierno municipal de la capital. Se trata de una oportuna y plausible iniciativa, supervisada por la dirección regional del partido, con Javier Arenas al frente, que se convierte en una nueva vuelta de tuerca contra un acosado Alfredo Sánchez Monteseirín que ya sabe que no repetirá cartel para alcalde y a un desconcertado PSOE, sin candidato definido y sin moral de victoria, que se encomienda cada día más a que Antonio Rodrigo Torrijos sea capaz de mantener la fidelidad de su base electoral comunista durante los próximos quince meses en Sevilla.
En efecto, si Zoido quiere ser alcalde – las elecciones ya las ganó una vez por 4.242 votos pero no gobernó- deberá sumar más concejales que socialistas y comunistas juntos. Y Torrijos, a juicio de algunos socialistas, “lo está haciendo divinamente para mantener agrupado entorno a IU un voto radical de izquierdas y mucho anti sistema que nunca nos votaría a nosotros”. Se refieren al protagonismo mediático de Torrijos, al que las denuncias sistemáticas del PP sobre presuntas corrupciones le han convertido en una “víctima” de la denominada “Sevilla rancia”, como ejecutor de una política destinada fundamentalmente a 25.772 sevillanos, exactamente los electores que en 2007 le dieron a IULVCA la llave del gobierno de la capital andaluza. Torrijos para la Sevilla más tradicionalista ha recurrido a la estrategia del “tío come curas y quema conventos”. Ha osado en la Mariana ciudad atentar contra sagrados mitos y valores, como negar la Navidad denominándola Fiesta del Solsticio de Invierno, por no hablar de los cambios en el callejero y la aplicación de la Ley de Memoria Histórica, o ese punto de brigadistas internacionales que les ha entrado de pronto financiado con dinero público cosas allende los mares.
Actuaciones que incomodan desde luego a los socialistas, sobre todo a quiénes empuñan varas plateadas en las procesiones católicas o presiden actos religiosos en la Catedral y tienen que soportar escupitajos verbales de algunos parroquianos incontrolados. Una paranoia, sí, pero les va el cargo en soportarlo. Por cierto, coincide este escenario que para muchos recuerda actitudes de la II República, con el relevo en la Silla Episcopal y la llegada de un nuevo Obispo de la línea Rouco, la más conservadora de la CEE y que es capaz de preguntar “a un hombre de Iglesia como Ud” cómo un gobierno de socialistas y comunistas le pueden encomendar una tarea de responsabilidad y con gran proyección pública. Mientras Asenjo Sedano preguntaba esto a un directivo de una empresa municipal, quizás olvida Monseñor un pequeño detalle reciente: gracias a su amigo el socialista Griñán, la Iglesia católica ha salvado su caja de Córdoba. El ha sido quien frenó a Fernandez Ordóñez y al Banco de España para que no disolviese la entidad hace un mes.
Zoido y el PP en Sevilla han izado contra Monteseirín la misma bandera anticorrupción que Aznar y Cascos ondearon para echar de Moncloa a Felipe González. Los tribunales de Justicia, algunas togas, se han convertido en el instrumento perfecto para el desgaste del equipo del “gobierno de progreso”. El Caso Mercasevilla ya se ha cobrado la imputación garantista del ex concejal socialista Gonzálo Crespo Prieto, la primera cabeza política que puede conducir a la tesonera jueza ( y atractiva) Mercedes Alaya a descubrir al Sr. X del entramado de Mercasevilla, como Garzón con el GAL, mucho antes de cartearse con Botín. Dos victimas políticas, cada una en uno de los bandos en litigio del socialismo sevillano. Antonio Rivas, vierista, está algo más que imputado. La única interrogante es saber si el electorado del PSOE responderá de la misma forma que el del PP en Valencia o Madrid en las encuestas tras el estallido del Caso Gürtel, esto es, no penalizando los escándalos con el voto.
El acoso judicial contra la alarmante corrupción, a veces chusca y siempre escandalosa, trufado con infinidad de claves y leyendas urbanas, más la legión de cabreados en una ciudad permanentemente en obras y sumida en atascos, han conseguido que Zoido sea visto como futuro alcalde por mucha gente que le abraza por las calles. (Hasta un mendigo en la Avenida de la Constitución he visto abrazar al alcaldable del PP). No, este candidato de la derecha no es distante como lo fueron otros, se acerca en el cuerpo a cuerpo y denuncia a los chorizos y mangantes con lo que, implícitamente, promete ser un alcalde honrado y transparente en su forma de gestionar el gobierno municipal. Y eso, con los tiempos que corren, podría llegar a ser un importante activo político.
El decálogo de medidas que Zoido plantea tiene como objetivo fundamental que la oposición esté presente y fiscalice con un puesto en los consejos de administración de las empresas públicas y fundaciones municipales. También que en el plazo de una semana, tras solicitarlo, le sea entregada a la oposición la copia de un expediente determinado que se solicite. Medidas todas que, desde luego, generarían mas confianza en aras a una mayor transparencia. Pero el interesante decálogo de Zoido para Sevilla y que PSOE e IU rechazarán, según vaticina el alcaldable “porque tienen miedo de ser descubiertos”, se convierte en un problema para los alcaldes Paco de la Torre en Málaga, Pepe Torres en Granada, Perico Rodri en Huelva, Teó Martínez en Cádiz o Luis Rogelio en Almería. ¿Están en condiciones estos alcaldes de asumir los diez mandamientos de Zoido para garantizar la transparencia en sus respectivos gobiernos frente a la oposición socialista? Porque de estar en marcha esas medidas de transparencia en las corporaciones de gobiernos populares, han perdido una magnífica ocasión para reunir a esos alcaldes entorno a Zoido y demostrar que no solo se predica siendo oposición en Sevilla, al mismo tiempo se presume de lo que ya se viene practicando en otros grandes ayuntamientos de Andalucía gobernados por el PP. Si eso no sucede en esos importantes gobiernos municipales, mucho está tardando el PSOE en cortar y pegar el decálogo y presentarlo en los próximos plenos respectivos y a ver qué pasa.
NOTA: Una vez publicado el articulo, Alfredo Sánchez Monteseirín, me envió ayer domingo el siguiente SMS:
-"Zoido no se atrevió al final a presentar el Decálogo. Le dijimos que votaríamos que sí y que presentaríamos acuerdos de aplicación simultánea en todos los Plenos Municipales de las ciudades andaluzas. Y se rajó. ¿Por qué?".
Interesante y sospechosa decisión en la que se confirma que el PP predica en Sevilla lo que no es capaz de hacer en aquellos ayuntamientos que gobierna en el resto de Andalucía. Y es que ya se sabe, una cosa es predicar y otra bien distinta dar trigo.
SISMOGRAMAS
-Se marchó Jose María Javierre, él que tantas veces hace años nos anunció que se iba a morir. Sevilla, su segunda patria chica, le despidió el viernes en medio de gozosa lluvia, una corona de flores blancas de su familia (leáse Fernandez Palacios) sobre un furgón funerario color verde, verde y blanca de mañana invernal sevillana, con la Silla Arzobispal vacía por estar su titular atendiendo en Córdoba a su Sra. madre, pero con el Cardenal Carlos Amigo, que fue su amigo y cómplice en tantas cosas, que dejó su pisito de jubilado en Madrid para coger el Ave junto al hermano Pablo y presidir un funeral concelebrado de cuerpo presente. Allí estuvimos todos los que le conocimos y trabajamos con él en algún momento de estos treinta años. Cientos. El Cura Javierre, fue el único que logró sacarle dinero a Jordi Pujol para afrontar la aventura de la Enciclopedia de Andalucía, en una época en la que solo un grupito de gente del PSA hablaba de Andalucía, de su identidad cultural y creía en ella como pueblo. Javierre fue de los que supo imaginarse Andalucía como pueblo y peleó con su tozudez de maño por ello. Descansa en paz Jose María, cerca de tu admirada y venerada Sor Angela de la Cruz Guerrero.
-Mañana se cumple un año sin Ávarez Colunga. La Academia de Ciencias Sociales le recordó el viernes en un solemne acto que presidió Chaves. El Club de Leones, del que fue presidente, crea un premio con su nombre. Y de la investigación judicial sobre su extraña muerte nada más se supo. Todo apunta a un caso cerrado para la Justicia. (Hablaré con la jueza para preguntarle).
-En el PP de Almería están convencidos de que Juan Enciso, actualmente en prisión, volverá a ser candidato del PAL en El Ejido y presumiblemente volverá a ganar por mayoría. Creen que no estará en prisión más de dos meses. También piensan que quien “se comerá el marrón en la cárcel será el interventor Pepe Alemán” por todo el escándalo de la Operación Poniente.
-El tradicional almuerzo de Navidad del presidente de la Junta con los directores de los medios andaluces, no tuvo este año el aspecto ceremonial de un banquete de bodas entorno a una larga mesa. Fue de pie, junto al Río, en el Restaurante Puerto Delicias de Sevilla. Griñán habló con todos de forma relajada y cercana. Hizo algunas, pocas, confidencias of the récord y, sobre todo, demostró que controla la situación en el socialismo. “Yo si sé quien será el candidato en Málaga” aseguró cuando se le apuntaron un par de nombres de posibles. Solo confirmó que Luciano Alonso, que sería un magnifico cartel, seguirá en el gobierno porque proyecta y ejecuta, “lo está haciendo muy bien” aseguró.
-¿Qué hijos de ilustres prohombres contemporáneos de la modernidad han pedido ir de grumetes a la Expo de Shanghai a bordo de la Nao Victoria? ¿Se convertirá por ello en una versión moderna de aquella Operación Plus Ultra de Joaquín Peláez en la SER de los 60-70, pero con niños bien de padres mejores?
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