miércoles, 18 de septiembre de 2013

TERUEL AMENAZÓ CON DIMITIR SI NO LE NOMBRABAN ´CONSEJERO DE ALMERIA´

A menos de veinticuatro hora de hacerse público el nuevo gobierno de la Junta, la presidenta Susana Díaz tuvo que apechugar con un tirón inesperado: la amenaza de dimisión del Secretario General del PSOE de Almería, José Luis Sánchez Teruel. El motivo habría sido el no haber sido nominado como consejero, ni tampoco su mano derecha en el partido Adela Segura, candidata propuesta por el líder en caso de que el problema de encaje almeriense hubiese sido cuestión de paridad, tal y como en el pasado sucedió con Fuensanta Coves frente al eterno aspirante entonces Martín Soler.
A ese punto de tensión parece que llegaron internamente las cosas el fin de semana pasado en el asunto del “consejero de Almería”, lo que viene a confirmar que la presidenta ha sido consciente, en todo momento, del malestar de Teruel y de sus más incondicionales seguidores, dentro y fuera del partido en Almería.
La tarde del domingo 8 de septiembre pasado, SDP ya tenía su gobierno perfilado, no cerrado al cien por cien en espera de respuestas, opiniones y el formalismo de la ronda final con los secretarios generales provinciales.
Según fuentes del PSOE en Almería, en ese contexto, es donde se habría producido una “tensa conversación” telefónica entre el SG de Almería y Díaz. Siempre según las fuentes consultadas, Teruel, que mantuvo su candidatura y predisposición para el cargo hasta que ya no pudo más, habría advertido a la presidenta de las consecuencias políticas que podría tener para su liderazgo y el del partido en la provincia no incluirle a él o a Segura en el nuevo gobierno como cuota territorial. Entendía Teruel que con su no presencia en el gobierno, quedaba deslegitimado y desautorizado como dirigente en Almería, echando mano para reforzar sus argumentos a las fuertes expectativas levantadas en la opinión publicada en prensa, radio y televisiones locales. De nada o de casi nada servían a Teruel los argumentos de Susana Díaz, tácticamente irreprochables, de que no quería abrir ningún proceso congresual en ninguna agrupación provincial andaluza, que eso no tocaba ahora, de tal forma que ningún SG sería nombrado consejero.
A José Luis Sánchez Teruel, dicen que muy afectado, solo se le escuchó decir una frase: “Pues yo me voy, lo dejo todo”.
El final de la historia es de todos conocida. Ningún almeriense se sienta hoy en el consejo de gobierno y como consecuencia de ello la campaña de expectativa cuasi olímpica levantada en Almería antes del lunes 9, se ha transformado en una ofensiva de desgaste en toda regla contra el PSOE y sobre todo contra la nueva presidenta Díaz quien, por cierto, simbólicamente ha elegido Almería para su primera gira provincial como presidenta de la Junta.
El SG de Almería, tras la escandalera montada, ha hecho mutis por el foro sin hacer declaraciones sobre lo que ha sucedido. Dicen que sigue muy afectado y decepcionado. No se creen que realmente dimita, apelan a su responsabilidad. Pero lleva días callado y sin expresar lo que opina mientras que, los sectores más críticos del PSOE con Teruel, no salen de su asombro tras una maniobra “que José Luis no ha meditado ni consultado con nadie del partido en Almería”, según una cualificada fuente socialista.
La misma fuente que, además, considera la existencia de premeditación por parte de Teruel en todo este vodevil y del que los adversarios del PP están sacando tajada política a manos llenas.


TERUEL EN CAMPAÑA

“Fíjate si ha intentado hilar fino José Luis que, con antelación, ha resuelto problemas de pagos atrasados de la Junta a empresas mediáticas de Almería, las mismas que luego se han volcado como impulsores y altavoces en la campaña de su lanzamiento como consejero. Ha sido tremendo lo que se ha leído y se lee aún hoy sobre el tema, porque la polémica sigue encendida una semana después” aseguran.
Creen también que el candidato a consejero calculó mal su estrategia, “primero por ser incapaz de parar la campaña una vez confeccionado el gobierno y segundo, no pensar que entregaba al PP y a sus satélites mediáticos en la provincia munición suficiente para deslegitimar a Susana como presidenta ante los almerienses”. Y todo por el hecho de no haberle nombrado a él consejero de Agricultura o de lo que fuera.
No sería completa la información sin la “explicación” interna que empieza a oírse en privado, en gente cercana a Sánchez Teruel, después del abortado nombramiento.
En esos aledaños se empieza a dibujar todo lo que ha pasado esta última semana en clave de eterna lucha de tribus en el seno del PSOE de Almería. Y una vez más sitúan al malvado (y jubilado) Nono Amate -allí se sigue hablando de “los guerristas”- como la mano que ha mecido la cuna del nuevo gobierno de Susana por el lado del Mar de Alborán. “Han bombardeado desde Almería lo de José Luis y se han cargado al final su nombramiento” aseguran aparentemente convencidos, creyendo saber que lo que en verdad quería Amate era “colocar a su hijo de consejero”. (Del que por cierto, dicen que es mucho mejor que el padre). Desde luego queda en evidencia la poca solidez del argumento y lo rebuscado de la carambola sugerida por esta versión, ilustrativa del nivel y profundidad del debate interno en el socialismo almeriense en cuestiones de calado. No obstante no debiera sorprender el argumento esgrimido, seguramente en honor de la actual etapa de la política andaluza, cuyo capítulo principal bien podría titularse “De herencias, herederos y desheredados”.
Así las cosas, el lampedusiano bucle del socialismo almeriense, con los blasones de la vieja escuela del ´martinismo´ aún en las casas del pueblo, respetados durante años en la Agrupación socialista de Almería, no invita precisamente al optimismo en la sede de San Vicente de Sevilla. Allí habita Mario Jiménez y desde donde seguramente sigue viendo un territorio electoralmente inexpugnable, con el PP más hegemónico y más fuerte de todos, disciplinado con Zoido y con el incansable Gabriel Amat a pié de tajo, imitando ahora la técnica de la zarigüeya, con los fiscales oliéndole el trasero.
En toda esta polémica el PP, sumándose a la crítica por la “marginación” histórica y el “desprecio” del PSOE hacía  Almería, ha encendido convenientemente las bajas pasiones y el orgullo herido del provincianismo más  elemental y rudimentario.  Ese que solo cree en los nombres cercanos y no en los proyectos políticos que ejecutan representando a partidos. Ese sector de la sociedad española que considera que tener un paisano en un alto cargo les da un salvoconducto para saltarse la cola de las oportunidades públicas en igualdad de condiciones. En el fondo, en Almería, como en el resto de España, subyace una consideración muy positiva a favor del caciquismo político, algo que dice bien poco a favor de la pulcritud del sistema democrático y de un Estado Social y de Derecho. Como también, cabe recogerlo, ha molestado este nuevo “descuelgue” andaluz de Almería a muchos ciudadanos de a pié y sin adscripción política, hartos de la eterna insularidad política que padecen, de su marginación secular en el séptimo rincón andaluz y cansados de que suene siempre en Puerta Purchena la misma copla con la misma música, aunque le cambien la letra según la ocasión y el intérprete.


DIAZ IRA A ALMERIA

Curiosamente nadie se ha planteado en estos días de intensa polémica local sobre los beneficios de tener un paisano de consejero, recurrir a las hemerotecas del Boja y hacer balance de lo que, como gestión política personal sobre la provincia, han realizado los tres últimos consejeros que Almería envió a Sevilla. El análisis de activos y pasivos políticos dejados por todos, seguramente nos sorprendería. (Por ejemplo en la millonaria inversión, hoy infrautilizada, de la desaladora Rambla Morales).  Una auditoria, ciertamente, que tampoco soportarían otros consejeros de otras provincias. Estamos pues hablando de algo que tiene más que ver con el figureo político que con la solución de los verdaderos problemas de los andaluces. Cádiz con Chaves que incluso llegó a presidente, ahí está líder del paro. Postureo en el mejor de los casos, en el peor, lobbismo.
Es evidente que la presidenta Díaz ya debe ser consciente de todo lo que ocurre en Almería e irá preparada en su primer viaje institucional de esta semana. No le interesan más frentes abiertos ahora, tampoco que le toquen excesivamente las castañuelas. Por ahí no conocen todavía a la Susana de aparato, la que sabe ponerse en jarras y decir no una sola vez. Que pregunten en Triana por ella y sabrán de su capacidad resolutiva. Esta vez, sin duda, pondrá paz interna, calmará los ánimos, explicará sus razones y dará un espaldarazo público a Sánchez Teruel como SG, comprometiéndose a elegir a gente de Almería para los cargos que ahora empezarán a salir en el Boja como las setas otoñales. Que, puestas como están las cosas y sabiéndose de qué pie cojea cada quien en el PSOE de Almería, serán nombramientos que necesariamente tendrá su lectura política, con lupa, en clave provincial, incluso regional. Aparte de que a muchos preseleccionados deberán pasarlos antes por el escáner detector de historiales comprometedores con el nuevo momento político de transparencia que dice iniciar el socialismo andaluz.
Ciertamente, a nadie le interesa fomentar una escandalera interna en estos momentos en Almería, por el mismo motivo por el que Díaz no nombró a Teruel -ni a ningún SG- consejero de su gobierno, por no abrir brechas congresuales, que siempre acaban tensionando a la organización. Sin dinero en la caja de mamá Junta y con severos ajustes presupuestarios para 2014, llega el tiempo de hacer política y de muchas palabras, promesas y más promesas, arrancando una larga pre campaña de un montón de elecciones que están por venir anualmente encadenadas. Y para la presidenta, de lo que se trata, es eso tan de moda últimamente en el bipartito de “no perder ni un minuto”  contra del paro, o esa otra frase de “dejarse la piel” en el empeño de luchar contra la corrupción “venga de donde venga”.
Precisamente en ese tajo de la corrupción de los bienes y dineros públicos, el Sr Sánchez Teruel tiene bastantes temas donde elegir en Almería. Abundante trabajo fuera de su partido, pero también dentro. El lo sabe bien. El contenido de la carta que ha recibido esta semana de una veterana militante, esposa de otro destacado militante histórico del socialismo almeriense y andaluz, devolviendo el carné del PSOE de toda la vida, con la corrupción interna como fondo y motivo, tiene que haberle hecho meditar las cosas que se atrancan entre el corazón y la razón. Ya es hora de que el SG del PSOE de Almería se tome en serio su cuota de responsabilidad en fumigar la epidemia de corrupción sistémica y sistemática que invade Almería, mucho más letal y destructora que la del “Picudo rojo” en las palmeras o la de la “Cochinilla del carmín” en las chumberas. Peor que las dos juntas, que ya es decir. En Almería Susana Díaz y el PSOE se juegan algo más que un secretario general y un consejero, se juegan sumar los votos de una provincia que cuenta y mucho, es verdad. Eso sí, cada cuatro años, y a la hora del recuento de escaños.

Publicado hoy 18 de septiembre en AndalucesDiario


viernes, 13 de septiembre de 2013

SUSANA Y “EL CONSEJERO DE ALMERÍA”

Fue algo así como una nueva decepción olímpica, pero en pequeñito. Cuando a las seis de la tarde del lunes la presidenta Susana Díaz hizo público su primer y nuevo gobierno de la Junta, en la lista, no apareció ningún almeriense.
El asunto ha levantado una gran polvareda política y también mediática en la capital andaluza más oriental. Hasta los del PP parecen estar molestos, léase la estrella fugaz doña Rosario Soto. A ras de calle, la inmensa mayoría de la gente asume el hecho como la vuelta a la marginación y al eterno olvido de la insular Almería. Todo ello tras haber exportado en el último lustro a Sevilla a tantos políticos como pepinos a Berlín. Entre los políticos a una presidenta del Parlamento, Fuensanta Coves y a dos consejeros, Martín Soler (Agricultura y Pesca, Innovación) y Manolo Recio (Empleo), este último recién pre imputado por Alaya esta misma semana junto a cuatro ex consejeros, además de Chaves y Griñán.
La gran decepción, no obstante, se ha percibido especialmente entre la clase política y algunos líderes sociales y de opinión. Una sensación a la que han ayudado, sin duda, las expectativas (falsas) levantadas durante días entorno a la segura presencia de un almeriense concreto en el Consejo de Gobierno. Es más, las quinielas se llegaron a poner tan machaconas con un nombre, el del SG José Luis Sánchez Teruel, que daban ganas de felicitarle por anticipado. Todos creían que iba a ser el próximo “consejero de Almería” en el nuevo gobierno. Un titulo, el de “consejero de Almería”, más bien sociológico en la tierra, conviene apuntarlo, que encierra en sí mismo algo más que un estatus de líder indiscutible del PSOE almeriense, respaldado “por Sevilla”. El ser “consejero de Almería” también goza de una especial consideración y respeto de los cargos del PP, partido hegemónico en la provincia, al considerar el cargo de consejero por encima de las rencillas políticas domésticas del día a día. Una tarea, también conviene apuntarlo, a la que no es ajeno un selecto club de poderosos empresarios locales y provinciales que manejan en las sombras los verdaderos hilos la política almeriense. No se olvidan fácilmente en Almería las excelentes relaciones políticas y personales durante más de una década entre el ex SG del PSOE y ex consejero Martín Soler, con Gabriel Amat como presidente del PP. Una especie de pacto no escrito cuyo lema bien podría resumirse en esta idea: vamos a llevarnos bien, que con las cosas de comer no se juega.


DE AQUELLOS POLVOS.

Para entender algo mejor lo que está pasado hay que remontarse brevemente a la reciente historia de la organización socialista almeriense, controlada desde Sevilla durante años directamente por Luis Pizarro a través de Martín Soler. Uno de los hitos de esta etapa fue el pacto con la extrema derecha de El Ejido en Diputación, vergonzosamente oculto en la primera legislatura, no así en la segunda, con Juan Enciso escindido del PP y acabando en la cárcel; a la postre, aquella coalición con la extrema derecha del Poniente, fue el rejón de muerte electoral para el PSOE, a la vista de los reiteradamente negativos resultados electorales obtenidos después.
En Almería, en la agrupación socialista, no se movía un papel sin que Soler y su dos ayudantes de campo, Diego Asensio y Juan Antonio Segura Vizcaíno, lo supiesen. Políticamente salpicados en el sumario de la Operación Poniente -sospechosamente paralizada desde hace tres años en el Juzgado Nº 2 de Almería- los socialistas almerienses del martinismo entraron en barrena tras la ida de Manolo Chaves a Madrid y la llegada de Griñán. Comenzaron los cambios de bando y traiciones en Almería. El instinto de supervivencia de muchos corría embozado por la Avda. de Pablo Iglesias. No obstante, la pieza a batir por los griñaninis, apoyados por los antiguos guerristas almerienses, era de caza mayor. Martín era mucho Martín.
Soler había llegado a ser uno de los tres firmes candidatos para suceder a Chaves, respaldado por Pizarro desde el aparato de San Vicente, frente a Mar Moreno propuesta por Zarrías que sabía que era la favorita de ZP. Chaves impuso finalmente a Griñán que, sin duda, nunca tuvo química con el líder almeriense, no le gustaba el personaje. Tan poca sintonía hubo que Soler ha sido el único que ha salido del despacho del ex presidente rechazando ser consejero, dando un portazo, contándolo y poniendo a caldo al presidente. Griñán, desde entonces, simplemente le desprecia y le ignora. Martín ya es historia, suele decir.
De ese contexto de tensión interna, lucha de titanes y herederos de tronos, nace la puesta en marcha de un golpe de mano para quitarle a Martin el poder orgánico en Almería, personificado en Diego Asensio. Fuensanta Coves propone a Griñán el nombre de un antiguo colaborador suyo llamado José Luis Sánchez Teruel, ex alcalde de Chirivel y al que parece que adornan cualidades para liderar el cambio posible en aquel momento en la agrupación de Almería. Uno a uno, desde la propia Junta, los cargos fueron cambiando de disciplina logrando la caída de Asensio por dimisión de gran parte de la ejecutiva provincial. Susana Díaz, como Secretaria de Organización, se empleó a fondo en la operación Almería junto al entonces vicesecretario general Rafael Velasco. JLST se dejó conducir disciplinadamente a la victoria.


TERUEL SUEÑA

Sánchez Teruel llega a la secretaria general despacio, sin ruido, sin romper ningún jarrón, intentado buen rollito con todos. Recuperando a viejos adictos martinistas, de tal forma que con el paso de los meses se ha ido comprobando como todo el mundo se recolocaba en una lampedusiana maniobra que no ha pasado desapercibida para los que observan el atrezo diario en el teatro de nuestros políticos. Un mundo nuevo se le aparece ante sí que le permite soñar por las noches.
Teruel, de trato afable, serio, algo retraído y desconfiado, ambicioso y tímido, llegó al cargo gracias al apoyo del sector que lidera el jubilado Nono Amate, que en tiempos se denominó sector guerrista. El senador Juan Carlos Pérez Navas, uno de los socialistas almerienses con fama de ser un tipo honesto y capaz, ocupó la Secretaría de Organización como cuota, pero Teruel puso a su lado como secante a una militante de la vieja guardia, de los tiempos de Amate, Adela Segura, la que dicen que en realidad administra como Secretaria de Política Institucional el día a día del partido, entrando también en el resto de Secretarías. Un dato quizás relevante o no: Adela Segura presume en Almería de ser amiga personal de la nueva presidenta Susana Díaz.
El arranque de la nueva etapa que se dibujó en el PSOE-A en junio pasado, provocó que el SG de Almería, apoyado por la inseparable Adela Segura, se planteara poner a la Agrupación de Almería incondicionalmente a los pies de la nueva lideresa, la que iba a ganar las primarias, la candidata oficial, la futura presidenta Susana Díaz Pacheco. Y así sucedió. El candidato Planas, a la sazón consejero de Agricultura, ni cortó orejas ni dio vuelta al ruedo en la muy agrícola Almería. De almohadillas se hartó.
Muchísimas fotos, videos, referencias, artículos y comentarios en el muro de Facebook de Sánchez Teruel, dan buena cuenta de la entrega, ilusión y pasión desplegada durante estos meses  a favor de la causa susanista del actual líder del socialismo almeriense.
Algunas fuentes socialistas aseguran que ya en esa fase, Teruel, dada la cercanía y la simpatía que le otorgaba Susana en sus encuentros, albergaba en lo más intimo la posibilidad de sentarse como consejero junto a la heredera de Griñán en San Telmo. En las agrupaciones más notables de la provincia, mientras tanto, se ha echado de menos en todo este proceso que el SG les mantuviese informados de las cosas que hacía en Sevilla, de las conversaciones mantenidas con Díaz, de las implicaciones que la partida de ajedrez librada en Sevilla pudiese tener para los intereses de la agrupación almeriense. “El solo, solito se lo ha comido y se lo ha bebido todo, no nos ha contado nada a nadie, ni al presidente del partido Antonio Bonilla” ha contado molesto un concejal de la capital.
Eso sí, durante este tiempo, Teruel tuvo capacidad y voluntad política para resolver estratégicamente pagos atrasados de la Junta, especialmente a empresas mediáticas almerienses. Quizás las mismas que en la recta final pretendieron, sin lograrlo,  presionar editorialmente a Susana Díaz para que nombrase a un consejero de Almería, o sea, a José Luis Sánchez Teruel al que ya se le atribuía la cartera de Agricultura en tanto, se recordaba, Almería representa el 25% de este sector en Andalucía.  Además, de decía, Teruel ya conoce la consejería, fue nombrado director general por Martin Soler.
La campaña desatada en Almería, antes, durante y después de la formación del gobierno, dicen que no ha gustado a la presidenta Díaz y según fuentes cercanas, ha querido demostrar que tiene las manos libres, sin ataduras, para formar el ejecutivo que ella considerase necesario en estos momentos. Sin compromisos ni ataduras de ningún tipo, solo las imprescindibles. Además, continúan, hay que ser torpe y poco conocedor de por donde va el aire para creerse que Susana iba a nombrar consejero a algún secretario general, cosa que no ha sucedido. También destacan que ha sido muy comentado el protagonismo cercano y fotográfico junto a Susana en estos meses del SG de Almería, nada parecido al de otros secretarios provinciales de Andalucía. “Se le notaba mucho a José Luis que estaba muy a gusto junto al liderazgo de Susana y que quería agradarle y darse a conocer” comentan con corrección.


YA PASÓ OTRA VEZ

Esta circunstancia recuerda otra lejana en el tiempo muy similar, cuando Martín Soler, la primera vez que Chaves quiso nombrar un consejero de Almería, se auto propuso como SG, “o yo o nadie” y fue nadie en aquella ocasión. El veterano militante que me recuerda este hecho, concluye lacónicamente: “Sí, es la misma escuela, la misma, esto no ha cambiado”.
La presidenta Díaz ya ha anunciado que, tranquila Almería, que el gobierno va a estar plagado de almerienses en otros niveles inferiores del equipo. Una forma de calmar el sonoro malestar especialmente extendido en la élite más sobresaliente de la sociedad almeriense. En cualquier caso no es lo mismo sentarse en el salón de los consejos de gobierno, que en un despacho de Torre Triana y con muchos papeles encima de la mesa.
Sánchez Teruel, ahora, pasados los “fastos protocolarios” que dijo Antonio Maíllo, ya no tiene excusas para arremangarse y ponerse a trabajar en la provincia a jornada completa, como SG y como diputado autonómico. Porque no se entienden muchas cosas que están pasando en Almería y de las que el PSOE mantiene una incomprensible distancia, eso en el mejor de los casos. Casos de corrupción sometidos a investigación por la Fiscalía del TSJA y que afectan, directa o indirectamente al presidente del PP en la provincia. Sabiendo como saben lo que puede haber detrás de esas denuncias, que son públicas porque están colgadas en Internet. Y callados, como en la misa de la Patrona. Asuntos, sobre todo, que afectan al bien general y a los intereses de los ciudadanos. El PSOE de Almería  debe ser, a día de hoy, el partido más respetuoso de España con las actuaciones de la Justicia. Por eso no habla ni actúa en estos temas. Ese es al menos el argumento fundamental que ofrece el propio Sánchez Teruel, obsesionado por que nadie le marque los tiempos en la política almeriense. Personalmente creo que la razón es otra, el temor a que denunciando al de enfrente, salga rodeado de compañeros del partido. Es evidente hasta ahora la ausencia de valor político para sanear la casa socialista por dentro.
Con la que está cayendo en Almería, cuando hay denunciantes a los que les cuesta encontrar procurador o procuradora, donde se investigan graves delitos en el transcurso de  varias y complejas investigaciones judiciales, resulta cuanto menos extraño tanto silencio socialista en relación con sumarios o investigaciones sobre corrupción, todas de gran interés general. Todo ello sin olvidar que el Sr Sánchez Teruel tiene sobre la mesa una cuestión que le hierve, su primera prueba del algodón en esta nueva etapa de transparencia. Tiene Sánchez Teruel una extensa denuncia en su carpeta sobre los manejos de fondos públicos en la ADR Alpujarras de Almería, donde muchos de sus actuales apoyos políticos en la provincia, alcaldes etc, que antes lo fueron del martinismo, tendrían que salir a dar explicaciones urgentes y convincentes sobre esos manejos dinerarios. De momento se habla de 90.000 euros que habrían desaparecido. Pero parece que hay mucho más y cosas más graves en el manejo de fondos europeos en las Alpujarras almerienses, siempre en las mismas manos, casi siempre y mayoritariamente en la orbita socialista. Tiempo tiene, ahora, el SG del PSOE de Almería para indagar sobre la veracidad de las acusaciones que sabe perfectamente de donde provienen y que, de confirmar su certeza, debería irse a Fiscalía y dar rueda de prensa posterior demostrando que también asume de Susana Díaz la política de ejemplaridad y de ventanas abiertas prometida por la presidenta. Y si no se pone las pilas poniendo orden y dando ejemplo de limpieza en su renovada casa, quizás llegue tarde y se cruce en la puerta con los fiscales.
A lo mejor esa sea la clave de todo esto, el miedo a la limpieza de verdad y optar por habituarse a vivir rodeados de mierda.

Publicado hoy 13 de septiembre en AndalucesDiario.es.


jueves, 12 de septiembre de 2013

GRIÑÁN SABÍA LO QUE IBA A PASAR, DE AHÍ EL RELEVO EXPRÉS

En el partido de Juan Ignacio Zoido, el PP, se sabía con antelación que la Juez Alaya preparaba una carnicería política mediante un auto de imputación, disfrazado como una comunicación garantista hacia los aforados implicados en el Caso Eres. Lo sabían hace tiempo, antes de las vacaciones, de la misma forma que lo sabía confidencialmente José Antonio Griñán, seguramente a través de su fiscal de cabecera, el titular de Justicia Emilio de Llera, gran conocedor de la Fiscalía sevillana de donde salió con excedencia para ser consejero. Al presidente incluso le apuntaron que el temido Auto podría conocerse a finales de julio, momentos antes de que comenzasen las vacaciones judiciales de agosto. En aquellos días del mes de junio a Pepe Griñán empezó a cambiársele el semblante.
Así se explica como, de forma inesperada y sorprendiendo a propios y extraños, Griñán anunció ¡tres años antes! que no volvería a ser candidato a la Junta. Era la forma elegida para poner en marcha, de forma urgente, un proceso de relevo con primarias exprés de por medio, sobrándole incluso doce días de julio.
Por eso Rubalcaba “entendió” los argumentos de Griñán cuando reservadamente le explicó sus planes y, sobre todo, los motivos reales para el acelerón sucesorio; por esas razones, no confesadas públicamente, dio manos libres al presidente andaluz para que materializase a su forma y manera el proceso de cambio. La irreductible oposición final a Griñán en el PSOE-A, con Borbolla a la cabeza, parece que no estaban en posesión de estas inquietantes claves para el partido.
La visita tiempo atrás a Sevilla de Gonzalo Moliner presidente del CGPJ y de Lorenzo del Rio presidente del TSJA, con sus advertencias públicas a Alaya, sometieron a la magistrada a una especie de microondas insufrible. Le metieron más presión de la que ya estaba soportando, recién salida de una larga baja por una muy dolorosa enfermedad. Ella, aguantando estoicamente las veladas amenazas públicas de Moliner, siguió a lo suyo.
Fue en ese contexto cuando la magistrada decidió acelerar y, de paso, diseñó taponar posibles recursos futuros de indefensión de unos cuantos aforados, cuyos nombres, como el de José Antonio Viera, circulan profusamente por la Causa desde hace dos años largos; señal para muchos de ellos de que estaban siendo investigados por quien legalmente, Alaya, no podía hacerlo. De todas esas cuitas, reflexiones y preocupaciones se llegó a tener información, por diversas y discretas fuentes, en el Palacio de San Telmo. La imputación de Magdalena Álvarez encendió todas las alarmas jurídicas y políticas. En el arranque de septiembre se sabía que algo iba a pasar en relación con los Eres; lo que no se sabía era que el temporizador de la bomba judicial iba a activarse solo con un retraso de tres minutos, respecto del arranque del primer acto institucional del nuevo gobierno sin Eres.


A los tres minutos

Por tres minutos, solo tres, ganó la carrera Griñán frente a la escalada de Alaya hasta el pico de la pirámide de los Eres. (“La pirámide” es una definición hace años de la propia Juez).
A los tres minutos de comenzar la presidenta Susana Díaz su discurso, con motivo de la toma de posesión de su nuevo gobierno, una comunicación urbi et orbe lanzada desde el PP-A a los medios daba cuenta del contenido del Auto, anunciando las “pre imputaciones” de Griñán, Chaves y cinco de sus ex consejeros más emblemáticos, convirtiendo la toma de posesión del Gobierno en todo un funeral institucional, donde destacaba mucho más la rabia y la impotencia de los dolientes, que el propio dolor por los caídos “en acto de servicio” que ya eran pasado.
Por cierto, los más descolocados fueron los de IU, los socios del PSOE en el gobierno, hasta el punto que condujo a Valderas a improvisar una perogrullada. Que la Juez esté en sus cosas y que el gobierno, o sea, ellos, a gobernar.

El documento judicial de la instructora del Caso Eres ha merecido todo tipo de consideraciones en ámbitos jurídicos. Un documento que para algunos no tiene sentido a estas alturas de la instrucción, dado que se debiera haber comunicado al principio, cuando empezaron a saltar los primeros nombres aforados, entonces sí tenia sentido una advertencia así, aseguran. Hay también quienes apuntan en la estricta interpretación del Derecho, como el catedrático Miguel Polaíno, que aunque es un Auto confuso, respeta todo cuanto la legalidad dispone en favor de la presunción de inocencia de los sospechosos de un delito. En palabras de la calle: que los mencionados en el Auto debieran estar agradecidos a la Juez por invitarles a declarar (o auto inculparse) ante su autoridad y de forma voluntaria, todo para garantizar su legítimo derecho de defensa.
El catedrático socialista Javier Pérez Royo ha ido más allá y ha acusado pública y claramente a la jueza de prevaricar en su Auto, “Alaya ha cometido un delito, ha cometido un delito, ha prevaricado” repitió un par de veces en conversación con Salomón Hachuel en la SER.
La Fiscalía Anticorrupción, por su parte, ha decidido estudiar si el contenido del Auto se ajusta a la ley. Es de suponer que lo avalará finalmente, en tanto que la sintonía de Alaya con dicha Fiscalía ha sido perfecta hasta ahora en este caso.
Al margen de las interpretaciones jurídicas, vista la incidencia que esta resolución está teniendo en la opinión publicada andaluza y en la vida política española, sobre todo el día y la hora elegidos para hacerlo público, da la razón a quienes sostienen que existe una sospechosa sincronización de la agenda judicial de los Eres con la política partidista e institucional del PSOE.


En la ratonera

La habilidosa y astuta Mercedes Alaya ha logrado meter en una misma ratonera a los más importantes dirigentes que ha tenido el socialismo andaluz en el último cuarto de siglo. (Excepto Zarrias y Pizarro) Los ha dejado en una especie de nube jurídica que, según ellos, les genera indefensión. Y en realidad, qué paradoja, no se les supone unos ladrones, ni de haber recibido sobres de dinero negro, sino que se les juzga como políticos y como gobernantes, acertados o equivocados en su gestión. Encerrados pues en una jaula están todos los aforados, jurídicamente hablando, en tanto en cuanto ni siquiera les da la opción de presentarse ante el Supremo o el TSJA, hasta que Alaya no remita la Causa a los respectivos tribunales. Quedan muchas puntadas por ejecutar en la investigación y no parece que la juez esté dispuesta a dejarla en barbecho. Manolo Chaves ha dicho que se siente “indefenso”, al no poder recurrir a la tutela judicial efectiva a la que tiene derecho. ¿El Auto?, “una imputación mediática” ha dicho la portavoz socialista Soraya Rodríguez. Los socialistas, es evidente, están a cinco minutos de pedir la recusación de Alaya.
El polémico auto que acusa pero no imputa a los ex presidentes de la Junta, – dice la juez que están más bien como denunciados- que se sustenta en doctrina emanada este verano de la Audiencia Provincial de Sevilla, ha logrado que el escándalo de los Eres estalle en toda su plenitud en la capital del Reino, Madrid. Hasta ahora había llegado rebotado cansinamente desde las TDTs el modus operandi de los golfos, -el de la coca, la suegra, las comisiones, los seguros, el zulo o los gin tónics- y un sinfín de comportamientos chuscos y delictivos de los más conocidos protagonistas del escándalo de los Eres. Al rompeolas de las Españas ha llegado esta vez la vertiente judicial del caso. Habituados a las exquisitas formas de Ruz en el Caso Bárcenas, se hablará y mucho de las singulares formas y maneras que la magistrada Alaya lleva años empleando en este sumario, complejo sí, parece que con el objetivo final de recuperar el dinero defraudado, objetivo al que, por cierto, no se le otorga demasiado éxito visto lo visto. Entre otras cosas, creen casi unánimemente hoy los socialistas andaluces, porque la Sra Alaya no está instruyendo un sumario con imparcialidad, instruye “una Causa General contra el PSOE-A”, en palabras de un veterano dirigente.



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