domingo, 26 de diciembre de 2010

ZARRIAS QUISO COLOCAR A VALLEJO PARA SUSTITUIR A VELASCO

Les transcribo las reflexiones, comentarios e informaciones que he podido recabar en las últimas semanas entre dirigentes socialistas andaluces de primer y segundo nivel. Tras su lectura se comprende aún mejor la tensión vivida por los socialistas en los últimos meses. Exactamente desde que Pepe Griñán decidió que no quería ser una marioneta manejada por Manuel Chaves desde Madrid.

“He seguido tus artículos sobre lo que ha venido pasando en el partido, vas encaminado, pero te falta algún detalle clave para que acabe de entenderse aún mucho mejor todo lo que ha pasado.

Manolo Chaves jura y perjura que Gaspar Zarrías ha ido por libre, tan solo reconoce que le ha comentando algunas cuestiones del partido que no le han gustado, pero de ahí a mandarle a conspirar y debilitar a Pepe Griñán por Andalucía existe un buen trecho.

Si, yo soy de los que parto de la base que inicialmente, cuando el atropellado relevo de Chaves en Semana Santa de hace dos años, todos creyeron que el diseño del futuro se concretaba en que la Secretaría General del partido iba a seguir en manos de Manolo Chaves desde Madrid. Que cambiaba tan solo la figura del presidente de la Junta a efectos meramente de decoración institucional, pero no contaron con que Pepe Griñán, a su edad y con su trayectoria, no estaba por la labor de convertirse en la marioneta de Manolo y, por extensión, de Luis (Pizarro) y de Gaspar (Zarrías).

La bronca pues entre Manolo y Pepe se inicia justo cuando el segundo plantea la idea de un congreso extraordinario que formal y oficialmente cambie el poder de manos.

Aquellos desencuentros trajeron la confección de una nueva ejecutiva regional, un nuevo gobierno y como consecuencia el apartamiento del poder de quiénes durante dos décadas habían manejado el partido a la sombra de Manolo.

Pero Pepe Griñán no sabía cuando apretó las clavijas para celebrar el congreso de marzo, que se iba a ver obligado meses después a otro “mini congreso” algo más sombrío y truculento.

Efectivamente, ocurrió tras la inesperada dimisión de Rafael Velasco. Una dimisión, todo sea dicho de paso, que nadie ha entendido aún en el partido por inesperada, inexplicable y falta de motivación política sólida. ¿Que su mujer tiene una empresa y percibe subvenciones? Bueno, ¿y qué?, si todo se ha ajustado a la legalidad y de subvenciones a familiares de todos colores mejor no hablar. Por eso no se entiende nada y menos cuando quien se acoge a motivaciones personales vive inmerso en la práctica política desde que era un chavalote en las juventudes socialistas de Cordoba. O sea, que sabe de que va esto de la política.

La dimisión de Velasco, como te decía, ha supuesto para Pepe Griñan, además de un golpe personal considerable, un segundo congreso, pero oculto, en la sombra, a cara de perro y con armamento pesado.

Inicialmente la idea de Pepe fue sustituir a Rafa Velasco sin más, de la misma forma que Zapatero ha hecho con Leire Pajín sin mayores problemas.

Pero hete aquí que, desde Madrid, parece que el propio Gaspar, lanza al ruedo la candidatura de Paco Vallejo para el cargo de Vicesecretario, o sea el partido en bandeja retornaba a donde estuvo.

No tengo que decirte que entre el presidente y Paco Vallejo nunca existió la química, se caen fatal, de hecho creo que fue uno de los ceses que Griñán afrontó con gusto al formar su primer gobierno. Acuérdate también como Vallejo peleó hasta el último minuto por mantenerse no solo en Innovación, sino con rango de vicepresidente en la nueva situación.

Como puedes imaginar, en cuanto Pepe Griñán se enteró de la jugada, colocarle de rondón un quinta columnista de nivel en San Vicente y que se la tiene jurada, todo ello en medio de la nebulosa caída de Rafa Velasco, optó por plantarse y librar una considerable batalla interna ante Chaves y con Zapatero y Pepe Blanco de por medio. Así se explica la eliminación del puesto de Vicesecretario General del partido y el reparto de funciones internas entre gente de la nueva mayoría, sin admitir a ningún recomendado o sugerido desde el viejo delfinario.

Junto a lo anterior, es verdad que Gaspar ha desplegado paralelamente toda su capacidad conspirativa para intentar crear un estado de opinión catastrófico en el partido entorno a las cosas hechas por Pepe Griñán, alguno de cuyos consejeros le caen fatal por ser tecnócratas metidos a políticos. Se han detectado almuerzos, conversaciones y confidencias por diversos puntos de Andalucía, la mayoría con medios de comunicación próximos al partido que acabaron publicando las insidias sobre la supuesta debilidad política del griñanismo.

Pero no solo con periodistas ha hablado Gaspar, también se ha despachado a gusto con dirigentes sindicales como Manolo Pastrana que acabó bastante alucinado con las cosas que oyó en boca del Secretario de Estado en un almuerzo al que le invitó en su casa.

Nos cuentan que según se oyó en aquel encuentro, Griñan se había cargado al partido, lo había desactivado como máquina electoral, de poder y que solo él sería el responsable de los desastres electorales venideros.

Por cierto, aquí todo el mundo sabe que si hay que tragarse un marrón en mayo, el primero que deberá hacerlo es Manolo Chaves como responsable durante veinte años del partido. Vamos, eso que nadie lo dude, aparte de que hay que mirarse bien la encuesta del IESA y se observará el lastre que arroja el gobierno de la nación sobre el de Andalucía.

Así que las cosas se han puesto en su sitio. Manolo Chaves ha contado que se ha sentido utilizado por Gaspar y le ha desautorizado. Manolo Chaves y Pepe Griñán vuelven a ser amigos como antes. Zapatero y Marcelino han delimitado las actuaciones del numero cuatro del partido a nivel federal y Griñán mantiene una fluida y cordial relación con todos, menos con uno: Gaspar Zarrías.”

viernes, 17 de diciembre de 2010

CULPAN A ZARRIAS DEL ENFRENTAMIENTO CHAVES-GRIÑÁN

El balance de Griñán como secretario general del PSOE-A, tras veinte meses de liderazgo, es resumido así desde dentro del propio partido: “ Griñan ha hecho las paces con todos, menos con uno”.

Ese “uno” es el actual Secretario de Estado, Gaspar Zarrías, el único dirigente socialista al que no se le perdonan sus maniobras y cabildeos de estos meses contra la estabilidad de Griñan y del partido en Andalucía. Todo, dicen, porque se resiste a aceptar que las cosas han cambiado y lucha por mantener un poder que ya no tiene.

Tan grave acusación, escuchada en voces de primer nivel socialista, no deja de sorprender cuando, además, se asegura que Manuel Chaves y Griñán han recompuesto su relación personal y que ya no hay fisuras políticas entre ambos. “Uña y carne” se describía gráficamente para dar a entender, a continuación, que el vicepresidente tercero del Gobierno está muy “encabronado” con su viejo escudero Zarrías.

Le acusa, cuentan, de que ha utilizado los pocos “¡ays!” de Chaves en Madrid contra lo que pasaba en el partido en Andalucia tras su marcha, para darles altavoz y convertir los quejíos del gran jefe del socialismo andaluz en un conflicto con el que socavar el liderazgo de Griñan y la paz interna en momentos de tanta zozobra ante el iceberg de mayo.

Todo ello ha sucedido después de que el actual presidente de la Junta ganase un congreso extraordinario en marzo y asumiese el mando pleno del partido y el gobierno de Andalucía.

Manuel Chaves, siempre según las fuentes andaluzas del PSOE con las que he hablado, ya es más que consciente de que quien le ha causado los problemas más serios es Zarrías a quien, -remachan de paso-, habrían ordenado apartar de la primera línea “y ponerle un bozal” tras su desafortunada intervención el día que se declaró el Estado de Alarma. Rubalcaba, dicen, “está mucho más cabreado que Chaves con Gaspar”.

Hace unos meses, a raíz de unas declaraciones de Zarrias elogiando la figura política del consejero caído, Martín Soler, el mismo que tiempo atrás salió de la Casa Rosa con portazo, dando a entender que le había hecho un corte de mangas al presidente al rechazar “dos consejerías”, Zarrías argumentó entonces que habían sido unas declaraciones “de manual”, de pura cortesía entre compañeros. Desde luego aquellas manifestaciones lograron su efecto al elevar la moral de Soler quien, en su ultima cena con Usero el candidato almeriense, reprochó a todos, entre otras cosas, que Gaspar había sido “el único” que le había dado calor y ánimo en su ostracismo politico.

Zarrias en esas fechas me confesaría que la política andaluza le quedaba lejos, que su vida familiar ya estaba en Madrid y que sus preocupaciones pasaban por su labor como Secretario de Estado junto a Manolo Chaves y lo que dijese Zapatero.

Tanta insistencia de Zarrias en manifestar que estaba alejado de la melé andaluza, fue motivo más que suficiente como para sospechar que no me decía toda la verdad, como siempre por otra parte.

El tiempo iba a confirmar su nueva mentira piadosa, tras detectar el griñanismo al menos cuatro encuentros, almuerzos o charlas con directores de periódicos andaluces o influyentes columnistas y, sobre todo, leer algunas informaciones surgidas de esos encuentros.

Por lo que parece la que colmó el vaso de la paciencia fue una información de El Correo de Andalucía en la que se aventuraba que quizás Griñán no fuese candidato en 2012.

A día de hoy lo que se puede constatar objetivamente es que Gaspar Zarrías ha sido declarado desde el PSOE de Andalucía “persona non grata” de Despeñaperros para abajo. Y algunas cosas empiezan a comprenderse mejor.



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