miércoles, 29 de julio de 2009

Y LA GRAN FUSIÓN, EMPEZÓ A LLEGAR

A principios del mes de abril pasado, el domingo día 5 concretamente, publique un articulo titulado “Llega la gran fusión”. Vivía todavía Manuel Chaves en la presidencia de la Junta y su vicepresidente era quién, semanas después, iba a sucederle en una operación relámpago de relevo en plena Semana Santa. Faltaban semanas, meses todavía para el primer movimiento serio de la caja de Málaga con la de Jaén. En aquel articulo, en el que se analizaban las consecuencias de la negativa de Braulio Medel a “tragarse” el marrón de Caja Castilla La Mancha (CCM), tan solo me faltó contar (no lo había confirmado entonces al cien por cien) la bronca que se montó en el despacho del Gobernador del Banco de España, entre su inquilino Miguel Angel Fernández Ordóñez y un Braulio Medel que, nada más entrar por la puerta, escuchó como MAFO, “gritándole y con voz autoritaria” le ordenaba que tenía que ejecutar “¡ya!” la fusión con CCM. Y Medel, poniéndose a su altura, no solo le gritó diciéndole “y yo te digo que no”, sino que acabó dando un portazo a la puerta del despacho del todopoderoso Gobernador del BdE, la autoridad máxima de nuestro sistema financiero. En aquellos momentos Medel tenía el apoyo de Chaves, pero sobre todo del vicepresidente Griñán.

Aquel articulo en La Razón, concluía diciendo qué es lo que podía suceder en los meses siguientes, vaticinios informativos que no coincidían por cierto con los que manejaban los jefes de Cajasol en la Plaza de San Francisco de Sevilla, sede central de la entidad. “Te faltan claves” me dijo a los pocos días el presidente Antonio Pulido, “a ver si quedamos y te cuento”, me aseguró. La verdad es que no ha habido ocasión para esa charla, Pulido ha estado en estos meses ordenando la casa por dentro y, aún a costa de los beneficios, situando a la entidad en buenos niveles de solvencia. Todo ello sin perder de vista la caja extremeña.

Reproduzco a renglón seguido el texto en cuestión publicado el 5 de abril y que pretendía ser una aproximación a la hoja de ruta que finalmente parece que se está siguiendo:


Aplicando la lógica, diversas fuentes consultadas creen que lo suyo será abordar el proceso (andaluz) ¡ya! y en dos fases. Una primera en la que entren en la fusión la propia Unicaja, que lideraría el proceso, seguida de Caja Sur de Córdoba cuya vuelta al redil de la Ley de Cajas la convierten en “una más” con sus peculiaridades, que las tiene. También La General de Granada y la Caja de Jaén. Y en una segunda fase la resultante se fusionaría con CajaSol. El BdE apoya esa concentración andaluza a la que, finalmente, podría unirse la tutelada CCM”.

“La situación del sistema financiero, al menos en Andalucía, parece que se convierte en “cuestión de Estado” en el que las fuerzas políticas parece que están de acuerdo en resolverla de forma correcta y profesional. Y dados los tiempos que vivimos (a la fuerza ahorcan), no parece que la sede de la gran caja vaya a ser un problema insalvable o las cuotas territoriales o partidistas. Lo dicho, a la fuerza ahorcan”.


Casi cuatro meses después, los movimientos de los respectivos consejos de administración de las cajas andaluzas, confirman que la gran fusión andaluza, el viejo sueño de Chaves y su consejera Magdalena Alvarez, va camino de convertirse muy pronto en una realidad. Unicaja, con Medel al frente, está liderando ya dos fusiones, Caja Jaén y Caja Sur de Córdoba. La General de Granada se resiste, y todo parece una pose localista de los políticos granadinos del Psoe y del PP, postura de rentabilidad política local que finalmente tendrá que ser modificada por las necesidades reales de la economía, la dudosa viabilidad de una caja de ahorros perdida sola en una provincia y rodeada por la resultante, que será en volumen de recursos una de las primeras cajas de España.

La postura de La General, motivada por razones extra financieras de los políticos de la izquierda y la derecha granadina, parece que empieza a pasarle factura especialmente al PSOE. Distintas fuentes aseguran que la tensión entre San Vicente y la Agrupación socialista de Granada aumenta hasta índices sumamente delicados que podrían desembocar en la confrontación si, como creen saber esas fuentes, “van a por la cabeza de Alvarez de la Chica, secretario general del partido”. Es tanta la tensión que se palpa, que los cambios realizados por la nueva consejera de Agricultura en su departamento, los ceses y relevos de segundo y tercer nivel, han sido interpretados como una “agresión” del Psoe de Granada al de Sevilla, orgánicamente unido a la disciplina de la CER. (Por coincidencia de intereses hace unos meses entre Viera y Pizarro, frente a Zarrías y Monteseirín).

A nadie se le escapa un nuevo e importante elemento del complejo puzzle que se está confeccionando en el sistema financiero andaluz. Aparece una nueva realidad nunca antes vista en las cajas andaluzas: tras las fusiones en marcha, por vez primera, el PSOE no va a ser la fuerza política que mande en la asamblea y en el consejo de administración resultante. Todo lo que se haga, por tanto, deberá contar con el visto bueno tanto del PSOE como del PP, pasando por la Iglesia y los canónigos de Córdoba. El consenso permanente, el acuerdo y el pacto institucional son los indicadores del nuevo escenario financiero que se avencina en Andalucía. Esa ha sido al menos la situación de consenso en la que ha vivido y crecido Unicaja en Málaga, dando paso de la mano de Medel a la profesionalización del negocio sin olvidar los intereses políticos que coincidían en sus órganos de gobierno.

En estos años, Unicaja, ha sabido decir “no” al PSOE y también al PP, de la misma forma que Medel le dijo “no” al poderoso MAFO, con portazo incluido, cuando lo de la CCM. Dijo no al PSOE cuando les pidieron dinero para financiar la operación 5000 de Prensa Sur, los medios de comunicación de su propiedad, como también le dijeron no al PP cuando le impusieron un vicepresidente “político” que, automáticamente, dejó de tener el carácter de “ejecutivo” que tuvo el relevado Mariano Vergara.

De todas formas el baile de fusiones no ha terminado, vendrán más y algunas, dicen, hasta novedosas ya que podrían incorporar a entidades de otras comunidades autónomas del Estado.



domingo, 12 de julio de 2009

ARENAS, PROBLEMA Y SOLUCIÓN DE LA DERECHA ANDALUZA

¿Puede conseguir el PP-A colocar a Javier Arenas en el despacho presidencial de la Casa Rosada en la primavera de 2012? Faltan algo menos de mil días para marzo de ese año que, restando las vacaciones y festivos, acorta notablemente los periodos útiles para que el PP-A trabaje a favor del cambio en Andalucía. Los populares van a tener a su favor circunstancias nunca antes vistas: liderazgo bicéfalo en el socialismo andaluz, (tricéfalo si apuntamos a Chaves, si no se ha ido de la secretaria general), además de los efectos de la crisis en el partido que gobierna y la lenta e inexorable marcha hacia un fin de ciclo de treinta años, lógico en una democracia donde siempre es deseable una alternancia equilibrada en el poder mediante las urnas.

Que el socialismo andaluz atraviesa por uno de sus momentos históricos más delicados, nadie lo duda al comprobar a diario en charlas privadas como crujen las estructuras internas del partido tras haber protagonizado una sucesión “ejemplar”. Sí, de libro, pero hecha de arriba abajo, convertidas las agrupaciones en invitadas mudas a tragar con “esto es lo que hay”. Y lo que es peor, dejando la operación recambio un inquietante reguero de sangre de decenas de ´compañeros´ heridos (hombres y mujeres) en las cunetas de determinadas agrupaciones y provincias.( Que haya gente en el PSOE-A, que piense que el caso Matsa ha salido así porque Paco Vallejo lo controló directamente, da idea de la carnicería interna entre clanes). Se ha visualizado que hay vencedores y vencidos. No conviene olvidar que treinta años de gobierno han generado una red clientelar tan evidente, que en estas trifulcas prevalecen más las cuestiones de estómago que las ideológicas o políticas, lo que conduce a pensar que tantos años de mando se reducen en lo ideológico al lapidario “tener poder, es poder comer”. Y lo más desconcertante es que en la oposición política al socialismo, muchos, se han contentado con el poder que otorga marear la perdiz en la oposición, donde también pastan buenos ejemplares, vividores de la política desde hace años que taponan la llegada de savia nueva.


Aislamiento mediático, pero menos.


Por otra parte, el pretexto de un supuesto aislamiento mediático del PP-A, parece que se desvanece y que todos los mensajes de Javier Arenas y su secretario general, tienen puntual cobertura en los medios, incluso en Canal Sur con cuyo Director General, dicen, que han hablado recientemente en un discreto encuentro (“Pablo, vamos a llevarnos bien, que te suelto a ´El puma´” ). El último dictamen del CAA sobre pluralismo en Canal Sur TV avala esta tesis a la vista del mayor tiempo dado a Rajoy y Arenas, por encima de otros dirigentes socialistas sin cargo institucional.

Además, Arenas cuenta en la proyección mediática de sus mensajes con dos importantes grupos editoriales ( El Mundo y ABC) con los que coincide en su estrategia, línea de desgaste y acerada crítica al PSOE-A . El Caso Matsa, ha sido un claro ejemplo de coincidencias.

Por otra parte, el PP-A a través de sus munícipes controla una red de emisoras de radio y tv muy notable, cuya línea informativa es cuestionada sistemáticamente por sus opositores por una supuesta parcialidad y sectarismo a favor del PP. Ahí está la asociación Aierta, con más de dos años de vida, funcionando en medio centenar de municipios gobernados por la derecha; todo ello financiado con dinero público y con fondos procedentes de la publicidad, por cierto en clara competencia con los medios privados convencionales.

Ni a Fernando VII se las ponían tan a punto de caramelo como parece que las circunstancias se lo van a poner a Javier Arenas y al PP-A en 2012.


Pero, ¿sabrá el PP-A aprovechar el 2012?


¿Sabrá el PP-A aprovechar esa conjunción de astros y estrellas para propiciar el cambio en Andalucía tras treinta años de socialismo?

Esa es la gran cuestión sobre la que parece que no meditan lo suficiente quienes, empezando por el propio Arenas, debieran impulsar la autocritica y el debate interno, además de imponer con más eficacia orden en los reinos de taifas que se mantienen o crecen en el PP, desde el Cabo de Gata hasta Ayamonte. Pero esa disciplina no significa acallar a quienes se han atrevido a reconocer en público lo que está más que constatado dentro y fuera del partido: que para ganar la Junta, deben cambiar las cosas en provincias claves como Sevilla, Huelva y Jaén, el verdadero granero electoral del PSOE-A. Se trata de hacer en esos lugares el cambio que el PP ha hecho en Málaga desde que Celia Villalobos, apartó la caspa malagueña de AP y con su populismo le ganó la alcaldía al PSOE . Se entendería mejor al PP-A si en vez de acallar voces que aportan frescura, debate de ideas e incluso polémica, evitara situaciones tan ridículas como el “mete y saca” de Chaves en el Supremo o decirle a sus alcaldes que subvencionar a empresas u organismos donde trabajen sus parientes, echa por tierra meses de trabajo del PP en el caso Matsa. (Desde enero tenia cazada la pieza de Chaves el propio Arenas: su ida a Madrid y el Caso Gürtel precisaron la fecha de la explosión del escándalo))

No se sabe si el reciente dato demoscópico de que el 55% de los electores del PP-A quieren a otro candidato que no sea Javier Arenas, responde a la realidad matemática exacta, pero resulta indicativo. Tiene lógica que el electorado piense de forma distinta a los militantes del PP y muchos de esos electores han votado a Rosa Diez en las europeas. Pero no coincido con quienes argumentan, estilete en mano, que Arenas ya ha perdido tres veces frente al socialismo, para justificar ese amplio rechazo a su liderazgo electoral. La gente no suele castigar al débil. Creo más bien que ese electorado que le rechaza lo hace afeándole que, teniendo en su mano la presidencia de la Junta para la derecha en el 96, dejó Andalucía para irse como ministro con Aznar en mayo. De ahí que repita sin cesar que no se marchará nuevamente, porque sabe que muchos aún desconfían de él por aquel abandono, casi en las puestas del Palacio de San Telmo y con medio gobierno socialista con las maletas hechas.



Treinta años más de PSOE, si el PP cambia de líder en Andalucía


Pese a todo, la derecha sociológica, ese cincuenta y pico por ciento de electores del PP que dicen no a Arenas, deben saber que el PP-A no puede cambiar por segunda vez y en mitad de la carrera de candidato y en circunstancias aparentemente más favorables que en el 96. Arenas, guste o no, está condenado a volver a ser cartel en 2012 porque, de no ser así, el PSOE (y satélites) seguirá gobernando por tres décadas más Andalucía.

A tenor de lo que en privado comentan cargos públicos y dirigentes del PP, tan preocupados por la parálisis electoral de su partido, como por mantenerse en el anonimato del los críticos al líder, parece claro que el partido necesita un cambio de estrategia y, sobre todo, de personas que arropen (si se deja) al líder, la única forma de amortiguar su impopularidad entre los electores resabiados y cansados.

Por eso, según algunos, los dirigentes andaluces del PP debieran reflexionar sobre la idea de dar la imagen de que tienen un equipo sólido y renovado, incorporando incluso figuras silenciadas por el politburó de San Fernando, que traigan la frescura de las comarcas y se expresen con personalidad propia, ejerciendo una oposición coral, de equipo en definitiva.

No parece que concentrando el fuego de las declaraciones en solo dos líderes, Antonio Sanz y Javier Arenas, por este orden, haya resultado eficaz electoralmente, como tampoco parece acertada la labor de organización del partido en las provincias claves para la posible victoria.

Concentrar y compartir el peso de las declaraciones diarias y cansinas, a veces apocalípticas, de un secretario general soltando candela a diestro y siniestro, no parece que sea el mejor camino para dar la confianza de un equipo que quiere gobernar Andalucía en 2012. Dan la imagen de que la oposición siempre está cabreada, o que no van al baño con regularidad.


La solución al problema de liderazgo electoral


Arenas puede que sea el problema para más de la mitad de los electores de la derecha en Andalucía, pero también es la única solución, porque no hay otro candidato mejor, aunque todos coincidan en responsabilizarle a él directamente de la carencia de un sub líder indiscutido, de un delfín con personalidad propia y con gancho, con un perfil tipo Manolo Pimentel o Amalia Gómez.

Rodearse, además, de un sindicato de agraviados o damnificados por los efectos del “régimen”, algunos que antes lo sirvieron, no parece que le haya reportado a Arenas y al PP-A los mismos beneficios electorales que esos cuadros, con savia nueva, que piden paso desde las provincias, capaces de participar en dinámicas de equipo, que tienen carné de un partido que defienden a diario, muchos desde que se afiliaron en las Nuevas Generaciones.

Y si, a todo esto, Javier Arenas consigue que en Andalucía el PP ofrezca una imagen y una política más centrada en lo ideológico, menos agresiva y tremendista en las formas y menos inquietante para el amplio electorado cautivo de las subvenciones con los fondos públicos , es posible que esa conjunción de estrellas consiga el milagro en el que, hoy por hoy, casi nadie cree posible si Javier Arenas no cambia de estrategia y reparte juego, cambiando gente y liderando un equipo mejor que el que ha tenido hasta ahora. Quedan para el 14 de marzo de 2012 , 974 días. Nada, si descontamos los veraneos.


domingo, 5 de julio de 2009

GRIÑÁN, CAMINO DE LOS CIEN DÍAS

Camino de que se cumplan este mes los cien días de la ordenada sucesión en el socialismo andaluz, es tiempo más que suficiente para constatar algunas gestas y gestos que, sin duda, marcan el funcionamiento interno del partido que gobierna Andalucía. En tres meses, el diagnostico sobre lo que está pasando puede darnos pistas más certeras que la propia hoja de ruta oficial de la gran crisis. Una primera observación que conviene constatar es que el PSOE-A ha tenido más éxito externo que interno en el control de imagen de la crisis de transición de Manuel Chaves a Pepe Griñán. Ante una oposición descolocada (PP-A) y saqueada (IU), el PSOE-A ha protagonizado un recambio aparentemente ejemplar, de libro, dicen ellos muy ufanos. Pero no contaban con algunas sorpresas, como la virulenta oposición del PP en el caso Matsau/Chaves, el discreto papel de Chaves en Castellana 3 como vicepresidente sin presupuesto, perder cien mil votos en las europeas o dejar demasiados compañeros heridos en las cunetas del recambio. (Que pregunten en Jaén, Málaga, Granada o Sevilla)
Lo primero que se percibe es una imagen inusual y un tanto inédita en el socialismo andaluz. La imagen de un presidente que no lidera el partido, que se sabe que no manda de verdad, aunque tenga a Pizarro como segundo en la Junta, o quizás por eso. La imagen de un presidente al que, esas circunstancias, parece que no le permiten ser el Pepe Griñán que el día de su investidura anunciaba el abandono oficial del sectarismo.
Por lo menos, en el caso de la ciudad de Málaga, esa parece que está siendo la conducta de Griñán, el pleno entendimiento con el alcalde del PP. Algo que sugiere una inversión socialista a medio y largo plazo en la fortaleza electoral de los populares, más que a justicia inversora en la segunda capital de Andalucía. Griñán, que esta semana hará publica en Málaga su política turística, es consciente sin embargo cuánto le está costando vender su apuesta malagueña en una provincia donde el liderazgo del partido brilla por su ausencia. Por no tener no tienen ni a quien colocarán en 2011 frente a Paco de la Torre, decano de los políticos andaluces. (Fue procurador en Cortes)
La imagen de un presidente Griñán que duda, que hace declaraciones ¿calculadamente? ambiguas sobre si repetirá en 2012; una apreciación que quizás pase desapercibida para el gran público, pero no en el seno de una organización donde la tensión interna no parece que haya concluido y ante dudas del presumible candidato, no faltarían movimientos, codazos e incluso heridas de tercer grado, como ha estado a punto de pasar. Trifulcas en las que, obviamente, participarían de la mano Ferraz y los damnificados del recambio frente al aparato de Pizarro en San Vicente.
Tampoco parece que el presidente esté acertando en su política de comunicación. Más bien se tiene la sensación de que ha blindado con siete candados la misma política de relación con los medios que Manuel Chaves mantuvo durante diecinueve años. Si observan, la mayoría de las entrevistas que ha concedido han coincidido con los espacios que usaba su mentor y predecesor. Por otra parte, la actual Oficina del Portavoz, con Manuel Pérez Iruela al frente, no parece tener la influencia que tuvo ese departamento históricamente en la presidencia. Así vino sucediendo con los anteriores portavoces Enrique García, Julio Artillo, Pepe Nevado, Rafael Camacho, o Enrique Cervera. (La etapa de Montserrat Badía fue muy similar a la actual, quizás por eso fue tan breve). La improvisada respuesta a la inesperada ofensiva mediática y política del Caso Matsau, dicen que puede que tenga mucha culpa de la falta de agilidad y del mantenimiento de esa selectiva política de comunicación del presidente.
La entrada de Luis Pizarro en la consejería más política, Gobernación, ha dejado el partido en manos de Rafael Velasco, Secretario de Organización, cuyo principal pecado es su juventud, sobre todo para quienes olvidan que lleva 16 años con responsabilidades en el partido, siendo actualmente el brazo ejecutor en San Vicente de Luis Pizarro, posiblemente el político socialista que más poder real ha reunido desde 1982 en Andalucía. Camino de cumplirse los cien días de la era Griñán, el presidente aún no ha logrado desmarcarse de “lo de siempre” y ese es, para muchos, un síntoma inquietante, posible acelerador del temido cambio de ciclo, en el que Javier Arenas y el PP-A no serían un factor determinante, aunque sí beneficiarios.


SISMOGRAMAS

LA VERDAD EN EL PP

Ha hecho justo lo contrario de lo que algún día, siendo niña, seguro que le recomendó su madre: “Esperancita, hija, tú callada y no te señales”. Esperanza Oña, alcaldesa de Fuengirola nacida en Sevilla, veterana diputada del PP y portavoz de su partido en el Parlamento de Andalucía, se ha señalado, aunque ha dicho seguramente la mitad, de la mitad de lo que sostiene en las reuniones orgánicas del PP-A. Pero por las reacciones, parece que ha nombrado la bicha, o sea, ha venido a decir que con los resultados de Sevilla, Huelva y Jaén, el PP no gana la Junta de Andalucía en 2012. Que hay que cambiar estrategias y personas. Eso, más o menos, ha dicho quien tiene autoridad más que contrastadas en subidas electorales en Fuengirola y en la provincia de Málaga. Pues parece que la Sra Oña ha mentado a algún familiar de Arenas (esto está muy de moda y cabrea mucho) porque se le han lanzado en plancha sobre ella, dándole pellizcos monjiles. Primero los de Jaén, (mira quienes fueron a hablar, los de la eterna lucha interna), y después el secretario general del partido que tranquilizó a las masas... sobre todo a los que mandan en el PP de las provincias nominadas.
Algunos socialistas han querido ver en todo esto la irrupción de alguien que pretende disputar el liderazgo del partido a Arenas. Se equivocan. Oña conoce el partido, es inteligente, sabe de elecciones y cree realmente que arreglando electoralmente esas provincias Arenas (que hoy no tiene recambio posible) podría ser presidente de la Junta en 2012. Haber dicho en publico lo que la mayoría reconoce en privado, parece que ha sido su gran pecado. Pero la verdad es la verdad, en público y en privado. Arenas lo sabe.

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